Me gustaría que desde pequeño me hubieran enseñado a tener confianza en mí mismo

28 de agosto de 2020, 07:13

Hay un punto esperanzador en ver tu casa prácticamente destartalada. Haces obras para mejorarla, para sentirla más nueva, para que tengas la impresión de que aunque sigue siendo la misma te va a hacer más feliz. Una casa es como una persona: pasan los años y tienes que estar muy pendiente para que no te coman las grietas. ¿Podemos nosotros estar continuamente mejorando? Esa debe ser la idea aunque para cambiar debes enfrentarte a todas las cosas que no te gustan de ti y eso es un proceso muy complicado. Hay cosas de las que te avergüenzas tanto que te limitas a poner pintura encima para taparlas, pero la pintura no es eterna. Y tarde o temprano volverá a poner al descubierto aquello que no querías ver. No tengo hijos, no sé cómo educan ahora los padres ni lo que se enseña en las escuelas. Unos buenos cimientos son fundamentales. Me gustaría que desde pequeño me hubieran enseñado a tener confianza en mí mismo. A aceptar el error. A saber que en esta vida lo normal es equivocarse. A enseñarme a reírme de mis meteduras de pata y no a fustigarme por ellas. Me hubiese gustado que en mi plan estudios hubieran incidido más en la psicología y no en tantísimas cosas absurdas que me hicieron aprender y que no me han servido para nada.