Actualizado a
Jordi Martín es la nueva estrella de la televisión de salto de cama. Un muchacho atractivo sección canalla que despierta pasiones entre ellos y ellas. Tiene pinta de desenvolverse bien entre las sábanas, mezcla de cariño y barrio que desata impías pasiones y oscuros deseos. Hablo con uno el viernes por la noche mientras Jordi está sometiéndose al Deluxe: “Este tío tiene un zurriascazo”, sentencia. Me escribe el sábado por la mañana un amigo desde el AVE: “Está Jordi Martín en el vagón”. “Cuéntame qué hace que me vendrá bien para el Lecturas” le contesto. He aquí la crónica de mi amigo: “Está hablando por el móvil sin ningún cuidado, me estoy enterando de todo lo que dice. Le acaban de contar que Raquel Bollo va el martes a Sálvame y deduce que ahora ella irá de portavoz de Luis porque lleva una semana con él en Ibiza y, sobre todo, porque sabe que la cúpula se la quiere cepillar. Pero cuidado porque Jordi le cuenta a la otra persona que está al otro del teléfono que tiene un as bajo la manga porque estuvo con Silvia Pantoja, que odia a la Bollo. Atención: Jordi pregunta qué persona se lleva mal en Sálvame con la Bollo para pasarle toda la información. Le responden que Matamoros y Mila pero él contesta que tendrá que hablar con Mila porque Matamoros se va de vacaciones. Y tanto Jordi como la otra persona se lamentan por ello”. Después de darle las gracias a mi confidente por tan sabrosa información me contesta con otro mensaje que me deja patidifuso: “Y yo le metería en el baño ya mismo”. Decido cortar y cambiar y seguir con mi retiro espiritual. Me quedan dos días para volver a casa. Qué ganas de ver a los perros. Y a P. A P., también, también.