6 de mayo de 2020, 13:45
El bochorno de una clase política que utiliza las emociones para intentar derrocar a un gobierno
Es la imagen de toda una época: un caballero haciendo ver que sufre en un cuarto de baño mientras una tía medio en bolas pasea tan campante a sus espaldas yendo a ninguna parte. El bochorno de una clase política que utiliza un material tan sensible como las emociones para intentar derrocar a un gobierno. Pablo Casado recurriendo al método Stanislavski para transmitir dolor y una señorita que parece sacada de ‘Los bingueros’ le arruina el bodegón.
Esa es la derecha de nuestro país: la nada. Porque el grito “¡Que vienen los comunistas!” ya no provoca pavor sino pena por quien lo pronuncia. Porque estamos hasta los mismísimos de salvapatrias endomingados. Y ya poniéndonos un poco serios: ¿no habrá llegado el momento de quitarle voz a esos tertulianos que ya sabemos? ¿Hasta cuándo vamos a ser cómplices de sus conspiraciones? ¿Cómo se puede defender la presencia de ciertos personajes en un plató de televisión sabiendo que mienten con absoluto conocimiento de causa?
Si quieres actualizar tus preferencias de consentimiento haz click en el siguiente enlace