Cameron Diaz (52 años) sobre cómo trata su piel: "Nunca hago nada, ni siquiera me lavo la cara. ¡Soy como un animal salvaje!"

La limpieza del rostro es una de las bases más importantes del skincare. De nada sirve usar las mejores cremas hidratantes o el sérum antiedad por excelencia, si la piel previamente no está del todo limpia. De hecho, este paso inicial de cada rutina de belleza es en el que más insisten los expertos, si quieres tener unos efectos y resultados satisfactorios. De hecho, aunque parece algo de lo más simple y sencillo, son muchas las que prescinden de lavarse el rostro tanto por la noche como por la mañana, e incluso es un paso que genera dudas sobre cómo hacerlo. Y hasta una celebrity como Cameron Diaz se ha pronunciado sobre este tema renegando del que es, probablemente, el paso más importante de cualquier skincare.

Cameron Diaz no se preocupa por su apariencia

La actriz es una de las mujeres más reconocidas de Hollywood y los papeles que ha interpretado han marcado un antes y un después en el mundo del cine. Sin embargo, parece que Cameron Diaz no quiere seguir los estándares de belleza, impuestos en este sector y a los que han sucumbido muchas de sus compañeras de profesión. Tanto es así, que hace unos años no tuvo reparo en hablar sobre este tema y declarar que se mantiene completamente reacia a estos cánones establecidos por la sociedad y que están más que reflejados en la industria del cine.

En una entrevista que daba en 2022, la actriz de comedias románticas, no dudo en criticar la normalización de la cosificación y explotación social a la que están sujetas las mujeres. Fue en esa conversación, donde señaló que cada vez pone menos interés en su aspecto físico. “No me importa. Literalmente, lo último, lo que pienso es que apariencia”, confesó. Son unas palabras que dijo en el podcast ‘Michelle Visage’s Rule Breakers’ de la BBC, donde también habló de lo duro que había sido enfrentarse a estos problemas cuando era uno de los rostros más conocidos de Hollywood, allá por la década de los 90 y principio de los años 2000.

"Durante los 90 y los años 2000 hubo mucha, mucha misoginia. Cada día como actriz que era, me sentaba frente al espejo durante horas. Acabó siendo tóxico... De repente, empiezas a criticarte y piensas: '¿Por qué estoy aquí sentada siendo tan mala conmigo misma? Mi cuerpo es fuerte. Mi cuerpo es capaz. ¿Por qué voy a hablarle mal? ¿Por qué voy a ser así con él cuando me ha llevado tan lejos?", detallaba una Cameron que se reconoce como víctima de toda la cosificación y explotación social a la que están sujetas las mujeres en el cine.

Y tal ha sido el desgaste emocional del que habla, que a día de hoy, la actriz de 52 años ha confesado no utilizar apenas productos para el cuidado del rostro. "¡Soy como un animal salvaje! ¡Como una bestia! No me importa. Literalmente lo último en lo que pienso es en mi apariencia", comentaba. "Nunca hago nada, ni siquiera me lavo la cara. Como mucho pienso en ello dos veces al mes, con suerte... No estoy en un momento ahora mismo en el que le dedique mucha energía a ello", añadía.

Una confesión que podríamos calificar de desacertada, teniendo en cuenta la importancia de la limpieza del rostro. Aunque hay expertos que hablan de que no es necesario hacerlo por la mañana, limpiarse la cara a diario por la noche, es clave para la salud de tu piel y, como consecuencia, también para el proceso de envejecimiento cutáneo. Cameron habla desde una posición privilegiada, y también desde una situación de desgaste por la exposición mediática. Pero lo cierto, es que la limpieza facial no debes obviarla y con ayuda de los expertos te contamos cómo hacer lo de la mejor manera.

Cómo lavara la cara, según los expertos

Todos los factores que intervienen el proceso de limpieza del rostro son determinantes para un resultado perfecto. Empecemos por la temperatura. “Si tuviéramos que elegir una temperatura exacta, rondaría los 30ºC, la ideal para poder fundir las impurezas y eliminarlas del rostro, pero sin llegar a comprometer la barrera hidrolipídica de la piel”, expone Elizabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.

Entonces, ¿el famoso truco de lavar el rostro con agua helada con fines antiedad, no es beneficioso? “Técnicamente, cuando aclaramos la piel con agua muy fría, los lípidos que la conforman y las impurezas de base oleosa tienden a solidificar. Por entenderlo, es como si dejamos enfriar el aceite de una sartén y luego intentamos lavarla con agua fría. Es posible que, dada la situación, la sartén se mantenga sucia. Pues bien, lo mismo ocurre con nuestro rostro. Sin embargo, sí es cierto que podríamos aclarar con agua tibia y, después, una vez retirada la suciedad, dar un golpe de agua fría al rostro. De este modo, limpiaremos en profundidad y mejoraremos la circulación”, añade la experta.

En Corea, la limpieza facial es un paso fundamental, de hecho, para ellas, es un paso con el que estás demostrando el respeto a tu piel. Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode sugiere como consejo “dejar siempre una capa delgada de limpiador en la piel para maximizar su acción. Así nos aseguramos de que los activos limpien profundamente”, comenta.

A la hora de aplicar tu gel limpiador, recuerda que este “debe transformarse en una espuma en tus manos antes de aplicarlo en el rostro”, explica Patricia Garín, directora dermocosmética de Boutijour. “Esto asegura una distribución uniforme y reduce la fricción, evitando daños en la piel”, apostilla la experta en belleza. Y en cuanto al tiempo de frotado, un minuto es suficiente, destaca Mireia Fernández, la directora técnica de Perricone MD. “Si te lavas durante más tiempo, puede dañar la función barrera”, agrega. 

Por otro lado, además de escoger un buen limpiador, hay que tener en cuenta la toalla con la que seques tu piel. Belén Acero, titular de Farmacia Avenida América, recomienda no usar la misma toalla para todo el cuerpo ya que puede parecer inofensivo, pero a largo plazo puede tener consecuencias negativas para la salud cutánea. “Una toalla que se ha utilizado en el cuerpo puede contener bacterias, sebo y células muertas de la piel que pueden transferirse fácilmente al rostro, aumentando el riesgo de erupciones, brotes de acné, irritaciones o incluso infecciones”, advierte la farmacéutica. 

Además, este pequeño ajuste también puede convertirse en un momento de autocuidado. "Secar la piel con toques suaves, en lugar de frotarla, es un gesto que no solo previene irritaciones, sino que también deja una sensación más placentera. Y si después aplicas tu crema hidratante con la piel aún ligeramente húmeda, mejorarás la penetración de los activos", concluye la experta.