Vladimir Putin, el nuevo James Bond

El hombre de acción que es Putin se confirma en su última aventura submarina que nos recuerda, de manera irremediable, a esa escena de 'Titanic' en la que viajan a las profundidades del Atlántico para que una anciana Rose nos cuente la historia del 'Corazón del mar'.

El de San Petersburgo le da un derechazo a las críticas. ¿Os parece errónea mi política? ¡BIM! Así es como hace él los debates.

"Mister Goldfinger, pretty girl beware of this heart of gold. This heart is cold". Es verlo y que nuestra cabeza comience a reproducir en automático la canción de Shirley Bassey para el film de James Bond.

Capaz de jugar con nuestros sentidos. Su capacidad para mimetizarse con el entorno es bárbara.

Como si fuera el protagonista de 'Moby Dick', Putin, armado con un arpón cabalga las aguas bravas. Esperamos que no fuera un día fructífero de pesca.

Vladimir se puede defender perfectamente en cualquier disciplina de lucha. Creemos que anda más flojo en capoeira, pero puede que en las últimas semanas haya mejorado. Aquí lo tenemos antes de hacer su 'toque de la muerte' y salir triunfante de una pelea más.

El presidente llega a galope sin quitarse su estampado militar, que ya sabéis que es un 'print' que le pierde.

Las inmersiones son lo suyo, bueno, una de sus cosas, porque este 'Action man' humano se pierde por ponerse el equipo de buceo y perderse por las profundidades. El tío es tan bravo que la bombona de oxígeno la lleva vacía, él hace las inmersiones a pulmón. ¡Que no se diga!

Podría llevar una moto discreta, pero sinceramente, ¿os lo imagináis en una Vespa? ¡Él no es Gregory Peck y ni mucho menos Audrey Hepburn! Él es más de grandes cilindradas y motocicletas en las que hay que dislocarse las ingles para abarcarlas.

No, no es el Everest, es un rocódromo de gimnasio, pero a él le basta para chulearse un ratito.

Arqueólogo y buceador. ¡Ni Barbie ha tenido tantos trabajos!

Como si fuera el protagonista de 'Easy Rider', Putin saca su lado motero y solo le falta la chaqueta de flecos para clavar el estilo. ¡Una cosa! ¿Tiene acaso el político la cabeza tan dura como para ni necesitar llevar casco?

Héroe de las sartenes, como un día lo fue Belén Esteban, pero él prefiere usarlas como escudo en lugar para hacer tortillas de patatas.

Paula Echevarría, aparta que llega Putin. El ruso parece estar interesándose por las nuevas tendencias, al menos por las de óptica. De ahí a abrirse una bitácora de moda hay un paso muy pequeño.

Le da a todos los vehículos y este no podía faltar. Eso sí, necesita acompañante que dirija.

Amigo de la aventura, de los animales (excepto cuando los caza), pero ni se te ocurra hablarle de las Pussy Riot o de parejas del mismo sexo, que se pone muy nervioso...

Si no sabes si pega o no pega... ¡vístete de arriba abajo de un mismo color! 

Hubiéramos preferido que se atreviera con un mono más ajustadito, tipo el que llevaba Flanders en 'Los Simpson' y que nos dijera eso de "es como si no llevara nada", mientras mueve sus glúteos curtidos en mil aventuras.

A veces, cuando vuela, le gusta abstraerse en sus pensamientos. Aquí nos lo encontramos ensimismado pensando en la fragilidad del ser humano, o tal haciendo memoria sobre lo que ceno anoche.

Parece que el hockey le gusta, aunque ya que sabe patinar sobre hielo, le recomendaríamos practicar patinaje artístico. Eso sí que nos gustaría verlo.

¡Qué contradictorio resulta este hombre! Parece que adora a los animales, pero a la mínima de cambio se marcha de caza...

De pesca, para coger algo de colorcito, nada como quitarse la camiseta como si estuviera en 'Mujeres y Hombres y Vicerversa'.

Como buen James Bond, Putin está al servicio de Su Majestad