Ni siquiera las protagonistas esperaban el revuelo que se montó anoche a las puertas de la discoteca madrileña en la que Alejandra Rubio celebró su fiesta de cumpleaños. Tantas semanas hablando y debatiendo sobre el tema hicieron que la ocasión se sobredimensionase. Terelu atendió a los reporteros algo inquieta por el estado de su hija. La presencia de tantísima gente había hecho que la joven, de tan solo 18 años, se asustase. Poco a poco, todo se fue relajando, aunque el inicio de su mayoría de edad está siendo de lo más removido...

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Alejandra Rubio celebra su ansiada fiesta por su mayoría de edad

Alejandra rubio terelu

Las caras de la familia Campos al llegar al cumpleaños de Alejandra Rubio lo decían todo. Nadie imaginaba el revuelo mediático que se iba a generar. Decenas de reporteros y curiosos esperaban la llegada de la hija de Terelu. La joven no podía ni entrar en la discoteca, extremo que comenzó a poner nerviosa a la colaboradora. Tal fue el nivel de presión que soportó que no le quedó otra que derrumbarse. Alejandra, muy asustada, incluso derramó alguna lágrima. Todo aquella era demasiado para ella.

Terelu, todavía nerviosa y circunspecta, atendió las preguntas de los reporteros presentes. “Se ha asustado mucho”, afirmaba en shock. “No podía ni entrar”. La colaboradora sabía que era un acto muy esperado pero en ningún momento se le había pasado por la cabeza que pudiese llegar a tanto. “Sabía que había interés pero creo que había demasiado jaleo”, explicaba un poco más tranquila. “Siento que ella se haya asustado de verdad”. También María Teresa, abuela de la niña, se había puesto nerviosa al ver a su nieta.

Ha sido como un terremoto, un tsunami”, trataba de transmitir Terelu. La nube de cámaras y micrófonos había dejado a Alejandra muy tensa. Una vez ya en el photocall, con su madre y su padre, había recobrado la serenidad. La colaboradora aclaraba que su hija no iba a hacer declaraciones. “Ella nunca ha manifestado que quiera dedicarse a la televisión”, confirmaba. Por el momento, Alejandra continuará con sus planes de estudiar diseño de moda.

Terelu, pese a guardarse los detalles íntimos, aseguraba que su padre y ella le habían regalado un viaje a la joven. “Pero no me preguntéis ni dónde ni cuándo”, bromeaba. Siempre prudente, la colaboradora se reafirmaba en que no se arrepentía de nada. Tan solo de que su hija se hubiese asustado por la desorganización del principio. Al final, seguro que se lo pasaron todos estupendamente. ¡Menudo revuelo con 18 años!