Muere el cantante Georgie Dann a los 81 años cuando iba a someterse a una operación de cadera

Himnos estivales que nunca han dejado de sonar en fiestas, eventos familiares o en Nochevieja, en cuyos especiales de Fin de Año sus actuaciones eran tradición.

Desde que se ha conocido la noticia, amigos y compañeros han mostrado mensajes de condolencias a través de sus redes sociales recordando al artista con mucho cariño y admiración. Incluso en 'Sálvame' Jorge Javier Vázquez, Kiko Matamoros y el resto de colaboradores han tenido un recuerdo entrañable para él.

Su exótico acento y los ritmos tropicales, llevaban a su público a paraísos caribeños, pero los orígenes de Georgie Dann estaban mucho más cerca. El rey de la canción del verano nació en París el 14 de enero de 1940. Llevaba la música en la sangre y consagró su vida y su carrera a la pasión que le habían inculcado sus padres. Antes de alcanzar la cima del éxito, ya era un experto multiinstrumentista y, aunque su especialidad eran el clarinete y el saxo, le recordamos más tocando el acordeón.

Además de la música de verbena que le hizo famoso, el otro gran detalle que le hacía tan reconocible era su frondosa cabellera azabache, que cuidaba con mimo Alfonso, su peluquero personal.

A lo largo de su carrera musical se hizo un hueco muy importante en la industria.Una carrera que llegó a nuestro país a finales de los años 60. Tras hacerse hueco en otros países y estar unos años en Latinoamérica, Georgie Dann se asentó en España y aquí ha estado hasta su fallecimiento. Durante toda su trayectoria cosechó muchos éxitos con sus temas y sus giras de conciertos. Además, animó algunas galas de televisión con su presencia, con la que siempre transmitía muy buen rollo.

Con todo esto Georgie Dann logró una popularidad que hace poco tiempo fue homenajeada en 'Tu cara me suena', donde le imitaron mientras sonaban sus canciones más míticas. A partir de ahora seguro que el cantante francés que encontró en nuestro país su mejor refugio, seguirá siendo recordado por sus canciones más míticas, que no dejarán de sonar pese a que su voz ya se haya apagado con su muerte.