Las últimas tensiones vividas en su urbanización han acabado afectando a María José Campanario, y le han llevado a experimentar un retroceso en su enfermedad. El punto de mayor crispación del conflicto que mantienen Jesús Janeiro y su mujer contra sus vecinos y los paparazzis se desarrollaba este fin de semana y acababa con una tosca bronca entre el torero y los reporteros de 'Socialité'. El encontronazo, en el que los ánimos se 'calentaron' más de lo imaginado, se cobraba una cámara rota, un susto del equipo enviado al lugar y una denuncia por presunta agresión para el diestro.
Mientras tanto, a María José, resguardada detrás de las cuatro paredes de su casa, le estaba pasando factura toda la situación. Según ha informado Jorge Javier Vázquez desde 'Sálvame', la odontóloga ha sido ingresada en la madrugada de este martes, a las 6:28 de la mañana, en el Hospital de Jeréz en Jérez de la Frontera, con una crisis de ansiedad. Ha entrado por urgencias en un estado alto de nerviosismo, acompañada por Jesulín. Se encuentra en observación, según Kiko Hernández, quien además ha dicho que los testigos del momento del ingreso hablan de que no podía apenas ni caminar.
La semana pasada estuvo en la clínica Seranil, pero por una revisión rutinaria mensual y todo apuntaba a que estaba bien. El alta hospitalaria aún no la ha recibido y estaba a la espera de que la obtenga sobre el mes de febrero.
Lo que se supone que es una nueva recaída en su fibromialgia, sería un golpe devastador al estado anímico de María José. Hace un mes, compartía una espectacular imagen desde sus redes sociales que hacían pensar que su recuperación era un hecho y que volvía a ser la mujer de carácter y dueña de su vida. Su círculo íntimo hablaba de que había empezado a espaciar los controles médicos y que el tratamiento estaba funcionando. El optimismo de María José no era infundado y, además, se hablaba de que le estaban bajando las dosis de los medicamentos, al mismo tiempo de que volvía a aparecer en actos públicos, siempre acompañada de Jesulín.
Por otro lado, estaba entusiasmada con volver paulatinamente a la clínica en la que trabaja y también con volver a las clases para reciclarse y seguir formándose. Sin embargo, el conflicto vecinal generado por una zona pública de su urbanización que querrían privatizar Jesulín y ella, habría supuesto un paso atrás enorme para su completa recuperación.