Venecia en estado de sitio. Si la masificación turística provocada por los grandes cruceros no fuera suficiente, ahora llegan las grandes fortunas mundiales a copar todos los servicios de la diminuta ciudad de los canales.
¿El motivo para tanto despliegue de yate y embarcación de lujo? La inminente boda de Jeff Bezos y su novia Lauren Sánchez, con quien sale desde 2019. La pareja, considerada una de las más ricas de todo el mundo, no ha reparado en gastos para celebrar su amor. En un despliegue sin precedentes, el fundador de Amazon y su equipo nupcial han ‘tomado’ Venecia para hacer de la experiencia del ‘sí, quiero’ algo inolvidable. Especialmente para los venecianos.
Mucha presión y líneas rojas que no se pueden traspasar
Luis Pliego, director de la revista Lecturas, en ‘El programa de Ana Rosa’, asegura que los habitantes de la ciudad se preparan para días de caos absoluto en los que estos no podrán hacer su vida normal. “Estos días no van a poder salir a la calle”, contaba el periodista, quien explicaba que Venecia no es una única isla, sino que está compuesta por varias y pequeñas ínsulas que se distribuyen en torno al territorio y que, desde hoy y hasta el fin de semana, se verán masificados; provocando que la gente local no pueda cumplir con sus rutinas.
“Es impresionante la presión que hay”, cuenta un trabajador veneciano al programa de las mañanas de Telecinco. “Hay una zona roja que no se puede traspasar”, asegura, abrumado por la cantidad de normas y condiciones que el de Amazon ha establecido para su enlace, volviendo la realidad de miles de personas, por puro capricho, en una pesadilla.

Ivanka Trump llega a Venecia
Que la pareja haya decidido darse el ‘sí, quiero’ en este enclave supone un considerable agravamiento para las condiciones de vida de miles de Venecianos, y por lo que llevan, desde hace semanas, manifestándose y tratando de impedir que se celebre la mastodóntica boda.
De nada ha servido las protestas puesto que, los plane iniciales han seguido adelante y los primeros invitados ya están aterrizando a los diferentes aeropuertos. Personalidades como Ivanka Trump, Katy Perry o Leonardo Di Caprio llegarán en las próximas horas a los aeropuertos de Venecia y Verona, que verán su red colapsada de jets privados. Otros, como es el caso de Michael Jackson, planean atracar su yate valorado en 7 millones de euros, para, así, poder asistir a esta celebración ostentosa del amor.
Cambio del lugar del 'sí, quiero'
Lo único que las protestas sí que han logrado es deslocalizar el epicentro de la fiesta. Alegando motivos de seguridad, el ‘sí, quiero’ del sábado, ha tenido que ser reubicado en el Arsenale, una zona apartada del centro, y de la Scuola Grande di Misericordia, donde primero se dispuso. El antiguo astillero veneciano, donde ahora se localizará los festejos, es más complicado de llegar por lo que en lugar de solucionar la problemática a los locales enfurecidos tan solo se protege a los novios y a sus invitados.

Primera localización del enlace de Bezos y Sánchez
Gtres
Los venecianos están cansados de que se utilice su ciudad, donde viven, trabajan y tienen sus familias, como si fuera un mero ‘set’ donde las fotografías lucen espectaculares. Y la boda del hombre más rico del mundo ha sido la gota que ha colmado un vaso que llevaba años amenazando con desbordarse. Los habitantes sienten que Bezos, haciendo uso de su llamativa fortuna, cree que todo y todos están en venta; incluida una ciudad que lleva mucho tiempo quejándose de la masificación turística.
Bezos ha propuesto sitiar toda una ciudad para blindar su ‘sí quiero’, algo con lo que los venecianos no están conformes y no hay dinero en el mundo que les vaya a hacer cambiar de opinión. Los detractores a estos movimientos de protesta, alegan que el paso del magnate por la ciudad dejará las arcas llenas, algo con lo que pocos se contentan, gritando aún más fuerte: ¡Venecia no está en venta!