Luis Pliego, director de Lecturas, revela cómo fue la inauguración del nuevo negocio de Íñigo Onieva

Luis Pliego, que fue testigo de la inauguración del nuevo negocio de Íñigo Onieva, da algunos detalles sobre el evento

Adrián López
Adrián López

Redactor digital de Lecturas

Isabel Preysler, Íñigo Onieva y Tamara Falcó
GTRES

Hace unos días que Luis Pliego, director de Lecturas, fue testigo de una de las inauguraciones de la temporada: el nuevo negocio de Íñigo Onieva (34 años) junto a otros socios. El marqués de Griñón ha abierto un restaurante, Casa Salesas, al que numerosos rostros del papel couché acudieron invitados. Arropado por su familia, su suegra y por supuesto su mujer, Tamara Falcó, el empresario vivió uno de los días más especiales. Una cita de la que tenemos algunos detalles inéditos. 

Pliego, que fue uno de los privilegiados que pudo ir a tan exclusivo evento de inauguración, ha contado en 'TardeAR' que vio alguna de las cosas que pudo comer Isabel Preysler en esta cita tan importante para su yerno: "Tuve la suerte de estar allí porque la verdad que era el sitio, el día y estaba todo el mundo. Realmente Isabel comió, comió algo, la vi comerse una mini burger. Es importante recordar que era un catering, no era cena sentamos y demás. Suponemos que era hecho allí porque salía de la cocina". 

El director de Lecturas, que ha bromeado asegurando que no estuvo continuamente el seguimiento a Isabel, ha afirmado que vio a Íñigo "muy tenso" mientras estaba atendiendo a todo el mundo, que Tamara estuvo "simpática" y que Preylser estuvo "apabullante". "Arrolladora, muy simpática", ha añadido. Eso sí, Luis ha querido dejar claro que no se puede juzgar la comida del establecimiento por el catering, ya que además en la inauguración había "mucha gente". "El martes voy a ir y voy a pagarme mi cuenta. Iré con una amiga y el miércoles os cuento qué tal se cena", ha confesado Pliego. "La amiga soy yo", ha contestado Leticia Requejo. 

Como buena inauguración, el comunicador ha contado que el ambiente "era nocturno". "Había mucha gente, era ambiente de copas, fiesta y baile. Había un DJ y bailamos. A Isabel no la vi bailar pero estaba tan simpática que seguro que si se queda un poco más, baila", ha dicho. 

Onieva califica su propio negocio con 5 estrellas

Cuando acudes a un local al que quieres comer o cenar es bastante lógico mirar qué opinan otros clientes que ya lo hayan visitado. Conocer qué tal es el producto, el ambiente, el servicio o la calidad precio de cada elaboración. Eso sí, es de extrañar que sin abrir el restaurante ya haya reseñas en las que fijarse. 

Y es que si acudes a los comentarios de Google de Casa Salesas puedes ver que el propio Íñigo se ha puesto cinco estrellas en su negocio, que ya va acumulando algunas reseñas tanto positivas como negativas a pesar de haberse estrenado hace unos días. "Un lugar súper acogedor con una comida riquísima y un servicio muy atento, todo a muy buen precio además. Me encanta que se pueda ir tanto a desayunar como a tomar un café, como a una comida de trabajo o de diversión y cena con música. Tienes para elegir. Lo más bonito, la participación de los comercios del barrio en muchísimos de los artículos del restaurante, como los uniformes de los camareros, los jabones del baño, etc", escribe Carolina Molas, madre de Onieva, que solo cuenta con una parte del local. 

Entre las críticas más negativas que ya hay en el restaurante, Íñigo y su equipo pueden ver leer algunas que simplemente ponen que es "nefasto" u otras que desarrollan los motivos de sus mala experiencia: "No volveré, no sé si fue cuestión de que había mucha gente, pero si recién abierto estamos así.. como que mejor se dediquen a otra cosa", dice un usuario. Pero no es la única: "Pensé sinceramente que iba a encontrar un lugar mejor y no porque fuese del marqués consorte, pero nada de eso. El sitio en sí deja bastante que desear y la buena atención brilla por su ausencia. Voy mucho a Madrid por negocios, y otras muchas por ocio, y suelo acudir a los mejores sitios, pero este me ha dejado desencantada. En fin… ni siquiera he querido subir fotos para no darle más pábulo del que merece, por ahora. Igual algún día cambio de opinión, aunque lo dudo. Fotos que, sin embargo, en otros muchos restaurantes sí suelo subir ya que me parecen interesantes. Una pena", comentan.