Hubo un tiempo en el que muchas de las rubias oficiales del famoseo, lo único que tenían rubio eran los discos de Madonna. Un tiempo, en el que todas se dedicaban a peinar sus melenas castañas, fuertes, frondosas e inmaculadas. Hubo un tiempo en el que Jennifer Aniston ni tenía el alisado de nuestros sueños, ni poseía el tono color miel que tantas veces hemos llevado a la pelu. Hubo un tiempo en el que Aniston era castaña (oscura) y tenía el pelo ondulado y con volumen.
La de ‘Friends’, a pesar de no tener cuenta de Instagram propia, se encargó por un día de la de Living Proof, empresa de productos para el cabello de la que es socia, y compartió este #TBT (throwback thursday) que puede pasar a los anales del ‘tag’ como uno de los más épicos.
En la foto que compartió aparece con una de sus mejores amigas, Andrea Bendewald. Las dos llevan vestidos ‘grunge’ con estampado de flores, un cabello muy natural y un maquillaje de todo menos excesivo. Con esta foto Jen echaba la vista atrás a un tiempo en el que ni existía Living Proof, ni su 'allure' capilar había sido descubierto. Desde entonces su estilo de peinado ha evolucionado favorablemente. ‘El Rachel’, aunque ella lo odiaba, fue uno de los cortes de pelo más requeridos de la década de los 90, por lo que pronto se convirtió en toda una musa del cabello. Sus peinados posteriores han tenido igual éxito, pero desde hace algún tiempo a esta parte, Jen sólo se encuentra cómoda con su melena por el hombro, en un rubio natural y fácil de mantener, aclarado con sutiles mechas cercanas al rostro, que le aportan luz y juventud.
La actriz, además de compartir esta foto sacada directamente del baúl de los recuerdos, nos enseñó a su perra Sophie, su ensalada favorita con garbanzos, perejil, pepino, menta, cebolla roja, queso feta, pistachos y trigo bulgur. Y también nos mostró que en su casa no se compran huevos ya que en su casa se comen siempre frescos, ¡ya que tiene un gallinero!.