Lo que empezó siendo una polémica un tanto absurda, ha terminado siendo uno de los frentes abiertos para Isabel Pantoja. Sálvame narraba que la tonadillera había sido amonestada por hacerse un bocadillo de chopped en un supermercado y comérselo mientras pasaba la compra. Un gesto al que la familia de la cantante trataba de quitar importancia pero que ha ido deviniendo en un conflicto sin precedentes. ¿Llegó a encararse con los testigos presentes en el supermercado?

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Ana Rosa

Isabel Pantoja, un supermercado y un bocadillo de chopped. La cantante se convertía en el centro del conflicto, una vez más, debido a un comportamiento poco usual. Mientras realizaba la compra en un supermercado del Puerto de Santa María, Pantoja decidió amenizar la espera haciéndose un bocadillo. Acudió a la zona de panadería, pasó por charcutería y se hizo un bocata de chopped que consumió allí mismo.

Sálvame era el primero en dar la noticia, a la que, de entrada, dotaban de poca credibilidad. No sabían lo que se venía encima. Tal y como ha podido averiguar José Antonio León, la cantante se gastó unos 500 euros en compra -tres carros llenos- y, efectivamente, se hizo un bocadillo durante ese rato. Así lo han confirmado los testigos presentes en el supermercado. De hecho, incluso aseguran que llegó a encararse con la empleada de la pescadería.

“Saqué el móvil para grabar”, afirmaba una de estas personas a las cámaras del programa. “Al pasado por caja, la de pescadería le dijo algo y se enfrentó con ella. Le dijo que iba a darle dos guantazos”. ¿Cómo hemos llegado hasta esto? ¿Todo por un bocadillito de nada? Anabel Pantoja se negaba a entrar en la polémica y le restaba importancia durante su primera intervención en ‘Sálvame’.

La reacción de Ana Rosa

Ante una información de este calado, imposible no pronunciarse. Tras ofrecer lo que había ocurrido, Ana Rosa aseguraban que tampoco era para tanto, que ella también se había hecho bocadillos en el supermercado y que eso no era de mala educación. “Mala educación es hablar con la boca llena”, afirmaba sin lugar a dudas. Al final, ¡haber tenido un poco de hambre le va a salir carísimo a Isabel!