El extraño comportamiento de Tamara Falcó e Íñigo Onieva que se repite siempre cuando viajan

Tamara Falcó (42 años) e Íñigo Onieva viven en una luna de miel interminable. Desde que se dieran el 'sí, quiero' (después de una larga lista de catastróficas desdichas) el pasado verano, la pareja no ha parado de viajar por todo el mundo. De hecho, hace unos días que después de pasar unos días navideños en Miami con Isabel Preysler, la influencer y el empresario pasaron unos días en la estación de esquí Gstaad (Suiza) que terminar un final extraño. Un desenlace que no es la primera vez que ocurre. Y es que aterrizaron en Madrid en el mismo avión, pero abandonaron el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas por zonas diferentes. La marquesa de Griñón salió por el servicio VIP para no encontrarse con la prensa y su marido utilizó la misma puerta que el resto de pasajeros. ¿Por qué? ¿Por qué la que fuera ganadora de 'MasterChef Celebrity' cuenta con esta comodidad y su enamorado no? Sin duda un extraño comportamiento que llama mucho la atención. Eso sí, una vez que su conductor particular fue a recogerla en el área premium fueron con el vehículo para recoger a Onieva, que no puedo escapar de las preguntar de los periodistas. 

El empresario, que tuvo hacer el recorrido como el resto de los mortales, se topó en la llegada con varios medios de comunicación que querían saber cómo había sido la primera Nochebuena como casado y cómo fue el encuentro con Enrique Iglesias y el resto de la familia. Unas preguntas que no contestó, aunque sí hizo alarde de su educación. "Feliz año", expresó con talante serio y sin dar más declaraciones. Lo cierto es que su relación con la prensa ha tenido muchos altibajos e incluso se ha enfriado mucho en los últimos tiempos, especialmente desde que se diera a conocer la infidelidad que cometió en Burning Man, el famoso festival de música en el que lo vieron besando a otra mujer. 

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Esta atípica actitud ha llamado mucho la atención de sus seguidores, que se fijan en cada movimiento que hace la pareja. De hecho, no es la primera vez que salen por puertas distintas. Además, para viajar hace unas semanas a Miami sí que se fueron todos por VIP, de ahí que algunos piensen que todo tiene que ver con la manera de recoger maletas. ¿Es posible que cuando alguien sea más importante y tenga un equipo que se las recoja puedan salir por la zona premium? ¿Es por eso que Íñigo va a por la suya como el resto de los mortales mientras que a su mujer se la llevan a casa sin ninguna preocupación? 

Los viajes de Tamara e Íñigo en 2023

Este último viaje a Suiza ha sido de los más especiales para la pareja. "2023 fue un año estelar lleno de momentos hermosos y memorables", escribió Onieva en inglés una historia de Instagram donde continuaba diciendo que está "deseando ver los retos y sorpresas del 2024. Os deseo a todos lo mejor para este año". De hecho, a pesar de que en sus redes no había aparecido Tamara por ningún lado, ha sido ella la que ha compartido un pequeño álbum de este fin de año en Suiza. "Resumen de unos días desconectados en la nieve. Os deseo que tengáis unos felices Reyes y un buen comienzo de año", ha escrito la influencer. 

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Además de este último destino pasado por nieve Íñigo y Tamara han vivido un 2023 envidiable. No solo de luna de miel, también de vacaciones porque ese trote, como diría Adara Molinero, merecía un descanso. El pasado enero, en plena reconciliación, disfrutaron de "unos días en Ivalo (Polo Norte) espectaculares" en los que los entonces novios pudieron ver las auroras boreales de la Laponia finlandesa. Tras aquello se fueron a Praga, donde estaban invitados a una fiesta inspirada en los felices años 20 en la Casa Municipal. 

En el mes de abril la pareja puso rumbo a la isla de Sumba, (Indonesia), a una hora de Bali y en agosto en su viaje de novios pudieron admirar los paisajes de la polinesia francesa, Tahití, la isla más grande del archipiélago, y Bora Bora, donde los recién casados montaron en bici durante varias horas. Pero no solo eso, también pudieron ver Zimbabue y Zambia y visitar así las cataratas Victoria, en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, alojándose en el Parque Nacional Mosi-oa-Tunya. Y por si fuera poco también fueron a un safari por Sudáfrica en el que disfrutaron de la vida más salvaje y estuvieron en Cabo verde. 

Además, la pareja, que les encanta hacer y deshacer maletas, estuvieron en París (Francia), Sotogrande, Copenhague (Dinamarca), San Sebastián, la costa Amalfitana (Italia), en el condado de Devon (Inglaterra), Londres, y Vilna (Lituana). ¡Menudo año! Un no parar.