Eugenia Osborne (38 años) es, probablemente, la hija más mediática de Bertín Osborne. Exitosa influencer, la joven ha concedido su entrevista más sincera a Cruz Sánchez de Lara en el programa 'Madres desde el corazón', de Mtmad. Una charla en la que no ha dudado en hablar de los dos momentos más dolorosos de su vida: la muerte de su madre, Sandra Domecq, y la de su hija Leticia solo unos días después de su nacimiento.
Eugenia tenía solo 18 años cuando se enteró por la televisión de que su madre había fallecido a consecuencia de la leucemia. "Fue el segundo peor momento de mi vida", afirma con contundencia haciendo referencia a la muerte de una de sus mellizas.
"En esos momentos mi padre estaba intentando hacerlo bien, se estaba esperando a llegar a casa para contárnoslo. Él estaba con Alejandra, que estaba destrozada, ten en cuenta que fue ella quien cuidó a mi madre...", recordaba. Pero a Bertín Osborne no le dio tiempo a llegar a Jerez donde se encontraban sus hijas pequeñas.
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"Llamó al timbre, algo que nunca hacía, y se quería morir de pensar que me había enterado por televisión", aseguraba. "Le abrí la puerta, le eché la bronca y cuando terminé, él estaba con los ojos rojos y la lágrima cayendo, y me dijo: '¿Me puedes dar un abrazo?'. No fui capaz de llorar en todo el día, estuve súper enfadada", rememoraba sin poder ocultar el dolor.
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Desde entonces, intenta mantener vivo el recuerdo de su madre y no duda en hablar a sus hijos de ella. "Les digo que era divertida, el sentido de humor que tenía, lo que le gustaba bailar... que era muy inteligente pero no se lo creía, que era muy culta y le gustaba leer mucho y, sobre todo, que era muy espiritual".
Eugenia Osborne habla de la muerte de su hija Leticia
Sin embargo, el destino le tenía preparado un dolor aún mayor que la pérdida de su madre... la muerte de su hija. Para Eugenia, la maternidad ha sido una montaña rusa de sensaciones, así se lo contaba a Cruz. Y es que mientras que hay mujeres que viven su embarazo con ilusión y ganas, para ella fue todo lo contrario.
"Lo viví llorando, porque no era buscado. Me acababa de casar, yo quería pasar los primeros años viviendo en Italia, mi marido vivía allí y yo me quería ir a vivir allí. Era como un sueño", aseguraba haciendo referencia a su primer hijo.
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Eugenia asegura que se sintió muy sola. "Juan [su ex marido] se quedó en Italia, yo estaba en Madrid, mi hermana Alejandra estaba en Sevilla, también embarazada. No tenía a mi madre al lado...", enumeraba. "Me acuerdo que miraba al niño y decía: '¿Pero por qué no me sale el instinto maternal?'. Yo recuerdo mirarlo y no conocer a ese bebé", exponía con sinceridad.
Unos años después quiso repetir la experiencia y se quedó embarazada de mellizas. Embarazada solo de 27 semanas empezó a sangrar. "Tenía que aguantar todo lo que pudiese para evitar el parto (...) Tenía que estar tumbada boca arriba, con las piernas hacia arriba. Fue muy duro", contaba. Lamentablemente, ni todos los cuidados evitaron que Eugenia diera a luz de manera prematura. "Sandra fue parto natural y Leticia fue cesárea. Querían manipularla lo menos posible y evitar cualquier daño. Fue una cesárea de urgencia. Pesaron 800 y 750 gramos, parecían unos monos titís, no parecían bebés: manos largas, ojos grandes, muy chiquititas y eran muy largas", rememoraba sin poder evitar emocionarse.
"Lo poco que recuerdo es que nació, a las dos semanas tuvo un problema de riñones. Mi padre decía que era de hígado y falleció (...) Es lo más difícil a lo que me voy a enfrentar en mi vida: separarme de ella", aseguraba con dolor y resignación.
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Eugenia confiesa que aunque se aprende a vivir con ello, la pérdida de un hijo "no se supera". Y es que ella misma ha revelado que sufre el síndrome del 'miembro fantasma'. "Yo sigo sintiendo a Leticia moviéndose dentro de mí. Es algo raro, probablemente es cosa de mi cabeza, pero la llego a sentir que está ahí, en la barriga. Es una sensación súper rara", admitía al tiempo que se tocaba la tripa.
Respecto a la forma en la que le contó la historia a su hija Sandra, Eugenia recuerda que fue la niña, siendo muy pequeña, quien le preguntó por su hermana. "La tiene muy presente. Estas navidades le pidió a los Reyes Magos que le trajeran a su hermana... Con ella sí que puedo hablar de todo este tema y no lloro ni nada, sobre todo porque, si ella me pregunta, no quiero que vea que me pongo mal. Ella me dice: 'Quiero a mi hermana conmigo', y no es justo", se lamentaba.