La eterna batalla judicial entre Fran Rivera y Sergio Ramos por un mercado gourmet de Sevilla

10 de marzo de 2020, 11:04

Fuera de los terrenos de juego, Sergio Ramos se ha convertido en un auténtico hombre de negocios. El futbolista ha conseguido formar un imperio empresarial gracias a lo bien que ha invertido sus ingresos como jugador del Real Madrid. Sin embargo, esto también le ha traído algún que otro quebradero de cabeza. Entre ellos, el litigio en los tribunales que mantiene desde hace años con Francisco Rivera a través de sus respectivas compañías

Los problemas judiciales entre el torero y el futbolista comenzaron en el año 2013, cuando el Ayuntamiento de Sevilla adjudicó la concesión del mercado Gourmet El Barranco a una empresa formada por Francisco Rivera y el periodista Carlos Herrera, entre otros socios. Un concurso al que también se había presentado una UTE (unión temporal de empresas), entre las que se encontraban las de Sergio Ramos y José María Manzanares.

Fue la compañía Sermos 32, del futbolista, la que decidió iniciar acciones legales debido a que, según los abogados del futbolistas, la ganadora “tenía falta de solvencia y no se encontraba al corriente de los pagos con Hacienda y la Seguridad Social”. Esto generaba “problemas para contratar”.

Un largo litigio que ha terminado en el Tribunal Supremo, quien ha estimado el recurso de la empresa de Ramos. En concreto, los magistrados consideran a la compañía legítima para poder reclamar la decisión al Ayuntamiento de Sevilla. Tal y como ha publicado ‘ABC Sevilla’, en su escrito, el alto tribunal obliga al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) a revistar la adjudicación realizada por el consistorio de la capital andaluza.

Todo ello después de que el TSJA desestimara el recurso en primera instancia al argumentar que este únicamente fue interpuesto por la sociedad de Sergio Ramos y no por el conjunto de empresas que se presentaron al concurso de adjudicación. Todo ello mientras que el mercado, conocido como Lonja del Barranco, sigue siendo gestionado por Rivera y Herrera, quienes pagan al Ayuntamiento un canon anual de 250.000 euros.