Cuando en 1906 el padre de Christian Escribà importó desde Francia esa corona dulce hecha con pan de brioche, sencilla pero deliciosa, no sabía que acabaría imponiendo una verdadera tradición para la noche y el día de Reyes. Desde entonces, su pastelería ha vendido miles de roscones y ha logrado que muchos, en casa, se ‘coronen’ con las características coronas, que se queda el que encuentra al rey escondido.
Hoy, el heredero de todo el sabor de aquellos primeros roscones desvela a Lecturas los secretos que envuelven a esta deliciosa pieza, que no puede faltar el día 6 de enero. Un sabor único perfecto para acompañar a la ilusión y los nervios de la festividad, que disfrutan tanto grandes como pequeños.
Jaume Collboni, 'Campaner Escribà 2024'
La tradición de Escribà dice que, quien toca la mítica campana que lleva 80 años colgando en su tienda, ese año no muere. Una mágica leyenda que provoca grandes colas ante la pastelería ubicada en Gran Via.
Este año, a eso de las 22 horas, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, será el encargado de inaugurar esta tradición, tocando la campana de la pastelería que Escribà tiene en Gran Via de les Corts Catalanes y dará comienzo, tras la cabalgata, a la noche más mágica del año. Además, y atendiendo a esta tradición, este año los roscones de Escribà vienen con sorpresa… ¡Descúbrelo haciendo click en el vídeo!