Era imposible estar a la altura de la majestuosidad de ayer en el Palacio de Christianborg, pero la reina Letizia (51 años) no ha defraudado. Tras un día muy intenso en el que ha homenajeado a los caídos en la Ciudadela, ha visitado un hospital infantil, se ha dejado ver por la Universidad de Copenhague y ha inaugurado la exposición de Sorolla, este martes han cerrado su segundo día en Dinamarca con una recepción en agradecimiento a la reina Margarita (84 años) por su hospitalidad.
Envueltos en una gran expectación por la portada bomba de la revista Lecturas, los reyes han hecho frente a sus compromisos oficiales de manera inalterable. Aunque la elegancia y sofisticación ha sido la máxima de esta velada, lo cierto es que el protocolo de esta reunión está muy lejos de una cena de gala como la que tuvo lugar ayer. Sin tiaras de por medio, han sido las imponentes joyas de Letizia y Mary Donaldson las que han captado buena parte de la atención. Un complemento ideal para elevar a lo más alto sus looks.
Esta misma mañana, doña Letizia estrenaba un bonito y favorecedor vestido verde de tela fluida, silueta evasé y largo midi con escote lágrima de Dándara, que bien podría haber mantenido. Sin embargo, y como es habitual en estos casos se ha cambiado dando paso a un elegantísimo look 'total black' de vestido midi, con silueta lápiz, cuello en pico y cuajado de lentejuelas, con el que se ha reafirmado en el título de 'royal mejor vestidas del mundo'. Ha completado su estilismo con una de las joyas de pasar más espectaculares del joyero real, los pendientes de chatones.
El estilismo de la Reina ha quedado en un segundo plano y es que todo el mundo hablaba de las imágenes que publica Lecturas en exclusiva donde el príncipe Federico aparece disfrutando de una velada con Genoveva Casanova en Madrid. Un reportaje exclusivo que ha caído como un jarro de agua fría en Copenhague.
A su lado, Mary Donaldson, ideal con un diseño más clásico inspiración años 50 compuesto por un top ajustado de escote bardot y falda de vuelo estampada de color verde. Como si nada pasara, los príncipes herederos han posado ante las cámaras, conscientes del revuelo que han creado las fotografías publicadas por Lecturas.
Los reyes se despiden de Dinamarca este miércoles
El viaje de Estado de don Felipe y doña Letizia a Dinamarca está llegando a su fin aunque aún tienen por delante un día muy intenso. Este miércoles, los reyes se despedirán de la reina Margarita en un encuentro en el Palacio de Fredensborg. Allí, presidirán una mesa redonda en el Centro de Arquitectura Danés para poner el broche de oro a su visita con una recepción a la colectividad española que reside en Dinamarca. Esa misma noche, los reyes pondrán rumbo a Madrid.
Con este viaje, los reyes concluyen su agenda institucional esta semana. Unos días de descanso que coinciden con la festividad de la Almudena en Madrid, por lo que no sería de extrañar que disfrutaran de una escapada privada en pareja.
Joyas de pasar, vestidos de cóctel y una colección de abrigos envidiable: La maleta de la reina Letizia en Dinamarca
En todo viaje de Estado que se precie la maleta de reinas y princesas viaja cargada de opciones estilísticas. La de la reina Letizia no ha sido menos. En estos días, la mujer de Felipe VI nos ha deleitado con un total cuatro looks que no han dejado indiferente a nadie. En primer lugar, como no podía ser de otra forma, está su imponente vestido de gala azul firmado por Felipe Varela. A este vestido propio de una Cenicienta moderna, hay que añadir el vestido verde de Dándara que ha estrenado este martes y el diseño rojo de Carolina Herrera que tanto le gusta y con el que repitió éxito en su primer duelo de estilo con Mary Donaldson.
Pero los 9º que hacía en Copenhague le han llevado a lucir hasta tres abrigos diferentes en menos de 24 horas, una apuesta segura con la que ha confirmado que su favorito es el modelo oversize por lo cómodo, práctico y versátil que es.
Mención aparte merecen las joyas. Poco dada a la ostentación, doña Letizia ha hecho un despliegue sin igual con tres impresionantes juegos de pendientes de diamantes, rubíes, zafiros y esmeraldas que cogía prestado del joyero de la reina Sofía.