Una experta en protocolo advierte sobre la infanta Sofía: "Cuando una infanta no tiene un espacio definido, corre el riesgo de inventarse uno. Ahí es cuando empiezan los problemas"

María José Gómez Verdú, experta en protocolo y etiqueta, nos ha contado cómo desde Casa Real pueden evitar que la infanta Sofía termine como Margarita de Dinamarca. La hermana de Isabel II tuvo una vida marcada por polémicas que pusieron en jaque su complicado papel de escudera

Infanta Sofía
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El papel de la infanta Sofía (18 años) no es nada sencillo. Pertenecer a una familia real pero sabiendo que todo el protagonismo va a su hermana la princesa Leonor con eso de que será la que algún día reine, no es algo fácil de gestionar. Los royals que ocupan esta segunda posición, no por ello poco importante, tienen que hacer un trabajo durante años para que esto no se vuelva ni en su contra ni en contra de la institución. Más si cabe, teniendo en cuenta que hay precedentes que dejan ver que si las cosas no se gestionan bien, lo que puede haber son problemas.

Uno de esos ejemplos, está en la Casa Real británica. Y esta vez no nos referimos al príncipe Harry o al príncipe Andrés. En esta ocasión, de quien hablamos es de Margarita, la hermana de la reina Isabel II. Al igual que Sofía, en su día tuvo el rol de ser la hermana de la soberana de su país. Margarita siempre tuvo claro su papel de escudera y que tenía que estar ahí para su hermana. Sin embargo, esto a veces se vio empañado por algún que otro escándalo que protagonizó y que dejaba patente que a veces ponía por delante su vida amorosa y sus planes de ocio, olvidándose por momentos de la Corona.

Margarita de Inglaterra
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Los escándalos de la hermana de Isabel II

Tal fue la fama que adquirió Margarita de Inglaterra, que fue una de las primeras princesas rebeldes e incluso se le llegó a llamar reina en la sombra. Pese a que sus padres el rey Jorge y la reina Madre las criaron de la misma forma a ella y a Isabel y pese a los solo cuatro años de diferencia que les separaban, Margarita no pudo evitar que sus relaciones sentimentales dieran lugar a que protagonizara titulares un tanto incómodos para la imagen de la Casa Real británica.

Su primer amor fue el capitán Peter Townsend, una de las personas de máxima confianza de su padre el rey Jorge. Pero su amor se truncó cuando su boda fue prohibida incluso por Isabel II. Después, la hermana de Isabel II se casó con el fotógrafo Anthony Armstrong-Jones, el primer no royal que entró en la familia real británica. Pero más allá de esto, si algo sonó de su relación fue que hubo fotografías que daban muestra de que ella le fue infiel antes de que decidieran divorciarse. Dos años estuvo después con el paisajista Roddy Llewellyn, con el que lo suyo también terminó en divorcio.

Y por si esto no fuera suficiente, también tuvo un romance secreto con Mick Jagger. Un acercamiento con el componente de los Rolling Stones que escandalizó a su hermana Isabel II, que llegó a denegarle el título de Sir. Algo a lo que hay que sumar su amistad con rostros conocidos como Warren Beauty o Elisabeth Taylor.

Margarita de Inglaterra
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También fue muy comentada su adicción al tabaco, que dio lugar a problemas de salud como el tumor en el pulmón del que fue intervenida. Tras pasar por dolencias como hepatitis o neumonía, Margarita de Inglaterra falleció en el año 2022.

Este ejemplo de ‘hermana de’ es lo que nos ha llevado a hablar con María José Gómez Verdú, experta en protocolo y etiqueta, sobre cómo se pueden evitar en las monarquías que haya casos como este. Nos hemos centrado en preguntarle por la infanta Sofía por las similitudes que hay en el sentido de que son solo dos hermanas, se llevan pocos años de diferencia y cuentan con la difícil misión de poner a la Corona por delante pese a que nunca van a reinar.

Más si cabe, teniendo en cuenta el momento en el que se encuentra la infanta Sofía, que acaba de cumplir 18 años y está a punto de comenzar su etapa universitaria, resulta interesante el análisis comparativo que ha hecho la autora del libro ‘Protocolo POP’.

Infanta Sofía
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Lo primero que ha hecho María José Gómez Verdú, ha sido recordar cómo fue la figura de la hermana de Isabel II. “La historia de la princesa Margarita de Inglaterra es el mejor ejemplo de lo que ocurre cuando se descuida esa segunda figura. Fue brillante, libre, magnética… Y a la vez símbolo del escándalo, de la rebelión y del caos institucional en su forma más decorada”, ha dicho sobre esa dualidad que traía tanto cosas positivas como negativas a la institución.

La comparativa entre la infanta Sofía y Margarita de Inglaterra

Entonces, la experta en protocolo ha hecho mención al papel que la infanta Sofía tiene dentro de la Corona, similar al que Margarita tuvo en su día. “Sofía, a diferencia de Leonor, no está llamada a reinar, pero sí a representar”, ha dicho. María José Gómez Verdú ha hecho referencia a cómo la hija pequeña de los reyes Felipe y Letizia está en un momento determinante de su vida que hay que gestionar bien para evitar disgustos. "Ahora que inicia su etapa universitaria, se encuentra ante un momento decisivo. Tiene margen para definirse, para crecer con más libertad, pero esa libertad sin guía puede volverse una trampa”, ha afirmado. Un trabajo para que su camino sea el mejor en el que hay que tener muy presente que “lo interesante no es solo lo que haga o deje de hacer, sino lo que el Estado espera, o no espera, de ella”.

Infanta Sofía
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Sobre esa posibilidad de que la infanta Sofía termine protagonizando escándalos como los que protagonizó Isabel II, la experta ha tranquilizado. “A diferencia de Margarita, que fue el primer experimento fallido de una princesa moderna, Sofía tiene la oportunidad de ser el primer caso exitoso”, ha asegurado sobre cómo está a tiempo de hacer un buen recorrido. Eso sí, ha advertido de que “para lograrlo, necesita más que vigilancia. Necesita una estrategia”.

Infanta Sofía
Casa de S. M. el Rey

La experta ha hecho alusión a cómo "en estos momentos, la Casa Real ha mantenido en bajo perfil sus movimientos, pero algunas fuentes cercanas apuntan a que Sofía podría continuar sus estudios en el extranjero, como ya hizo Leonor. Si es así, el reto será doble: exposición internacional y pérdida de control institucional directo. En ese contexto, el protocolo debe funcionar como una brújula, no como una coraza. No se trata de restringir, sino de formar. De acompañar su imagen, su discurso y su presencia digital. De crear un relato propio, más allá del “ser la hermana de”".

Princesa Leonor e Infanta Sofía
Instagram @casareal.es

En todo esto, para la experta en protocolo y etiqueta hay un factor fundamental. Lo que tendrían que conseguir de la institución en cuanto a la percepción pública de la benjamina de la familia real, Gómez Verdú ha mencionado que “la clave es que Sofía no se convierta en personaje, sino en figura. Que su rol sea claro, útil y sostenible”. 

La experta tiene algo muy claro sobre cuál es ese riesgo que hay que evitar para que la infanta Sofía tome un camino que puede ir en contra de la imagen de la Corona y del camino de su hermana la princesa Leonor. “El peligro no está en que sea joven, espontánea o distinta. El peligro está en que no sepa qué lugar ocupa. Porque cuando una infanta no tiene un espacio definido, corre el riesgo de inventarse uno… Y ahí es cuando empiezan los verdaderos problemas”, ha dicho sobre cómo es importante que desde la institución definan bien su espacio para que ella tenga claro qué lugar ocupa.

Infanta Sofía
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Para conseguir esto, hay que tener muy en cuenta algo más. Desde el punto de vista de la experta, "no basta con evitar el escándalo. Hay que anticipar la narrativa. Mostrar que la modernidad y el deber no son enemigos. Que la elegancia puede convivir con la autenticidad. Que se puede tener vida propia sin romper con la institución”. Según Gómez Verdú, “lo que nunca tuvo Margarita fue una estructura que la entendiera”. Pero en el caso de la infanta Sofía, “lo que sí puede tener es una institución que haya aprendido”.

La infanta Sofía
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Volviendo a Reino Unido, la experta ha hecho referencia a que “al final, la vulgaridad no fue el problema de Margarita. El problema fue que nadie supo enseñarle que la libertad también puede vestirse con sutileza. Que hay formas de ser audaz sin ser dañina. Que el deber, bien entendido, también puede ser una forma de libertad”.

Como conclusión, Gómez Verdú ha hecho un llamamiento sobre que “Sofía está a tiempo. Y si la Corona quiere evitar repetir la historia, debe hacer algo más que observarla desde la distancia”.