El evidente cambio de actitud de la infanta Cristina: exultante de felicidad y muy cercana en su última aparición pública

El pasado sábado 30 de septiembre, la infanta Cristina acudió a la boda del hijo de Borja Prado. Una cita en la que se mostró muy sonriente y más cercana que nunca con todos los invitados y los seguidores que se acercaron hasta la Iglesia de Medina Sidonia (Cádiz)

Estefanía Fernández

Redactora digital de RBA

Actualizado a 2 de octubre de 2023, 11:38

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Javier Prado Benítez y Catalina Vereterra Gastearen se han dado el 'sí, quiero' este sábado 30 de septiembre en una romántica ceremonia celebrada en la provincia de Cádiz, concretamente en la Iglesia Mayor Santa María Coronado (Medina Sidonia). La pareja sellaban su historia de amor en una ceremonia en la que invitaron a numerosas personalidades de todos los ámbitos: desde políticos internacionales a rostros conocidos del mundo de los negocios. Nicolas Sarkozy y su esposa Carla Bruni, Alberto Cortina y Elena Cué, José María Aznar y Ana Botella, Miriam Ungría, Carlos Sainz, entre muchos otros. Sin embargo, la persona que ha acaparado todos los focos ha sido la infanta Cristina (58 años). La hija de don Juan Carlos y la reina Sofía eclipsó a todos los presentes, no solo por el look escogido, también por su evidente cambio de actitud en público.

Para esta ocasión tan especial, la infanta Cristina se decantó por un look de invitada ideal para las mujeres de más de 50. En concreto, escogió un vestido veraniego de la firma Max Mara que destaca por su estampado print con flores aterciopeladas muy años 80, con manguitas y de corte midi. Sin embargo, la actitud ante los fans que se han agolpado en el centro religioso ha llamado poderosamente la atención de todos los presentes.

Aunque sus últimos años han estado cargados de grandes polémicas, la infanta Cristina ha sacado a relucir su lado más cercano con los seguidores que se han acercado hasta la Iglesia Mayor Santa María Coronado. La cuñada de la reina Letizia, más cariñosa que nunca, no dudó en agradecer el gesto que habían tenido con ella. E incluso, se dejó fotografiar con un grupo de mujeres con las que compartió apenas unos minutos de confidencias.

Este paso al frente ha servido para tener claro que la hermana de Felipe VI ha tomado una drástica decisión en cuanto a su comportamiento y no pudo esconder la felicidad que sentía en esos momentos. Además, también se le pudo ver de lo más relajada manteniendo una conversación con Borja Prado, uno de las personas que forma parte de su círculo más íntimo de amistades.

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