La casa de Felipe y Letizia en Canarias: un lugar de ensueño marcado por la tragedia que el rey prefiere olvidar

El Palacio de Marivent es conocido por todos como la residencia de verano de los reyes Felipe y Letizia. Allí pasan buena parte del mes de agosto y es habitual verles pasear por las calles de Palma como un grupo de turistas más. Pero son pocos los que saben que la Familia Real también cuenta con una casa en la isla de Lanzarote o, al menos, contaban... 

La visita de los reyes a La Palma y Tenerife este fin de semana nos ha llevado a recordar 'La Mareta', un impresionante palacete situada en un enclave paradisíaco sobre un acantilado. Un rincón único que durante años se convirtió en el refugio de don Juan Carlos y doña Sofía, pero que terminó siendo el escenario de una tragedia. Y es que cabe recordar que María de las Mercedes, madre de don Juan Carlos, falleció allí mismo el 2 de enero del año 2000.

La historia detrás de 'La Mareta' 

Aunque se asocia principalmente con la familia real, lo cierto es que 'La Mareta' no se ha utilizado de forma continuada por los Borbones, pero sí sirvió como refugio vacacional para don Juan Carlos y doña Sofía. 

Fue construida en los años 70' por el rey Hussein I de Jordania. Enamorado de Lanzarote, el monarca hachemita encargó su diseño al célebre artista y arquitecto César Manrique, quien plasmó sobre esta icónica propiedad esa visión tan característica que tenía entre naturaliza y la arquitectura tradicional canaria hecha a base de paredes blancas en contraste con unas llamativas puertas y ventanas verdes. Sin embargo, al no utilizarla y en un gesto de amistad, donó la residencia al rey Juan Carlos I allá por 1989.

Desde ese mismo momento, 'La Mareta' se puso a disposición de la familia real española, aunque también se ha utilizado para alojar a diferentes personalidades de relevancia como el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, que la utilizó como residencia vacacional en 2018.

Situada en el municipio de Teguise, ofrece unas vistas privilegiadas al océano Atlántico. Entre sus grandes atractivos, además de su amplitud [más de 10.000 metros cuadrados], todo tipo de lujos y preciosa arquitectura, es que garantiza privacidad absoluta, al encontrarse algo aislado del entorno urbano.

La residencia principal está rodeada de jardines, patios interiores y una gran piscina exterior. No faltan detalles en piedra volcánica tan típicos de la isla. Además, cuenta con acceso directo al mar. Algo esencial cuando se trata de tener privacidad. 

¿Por qué Felipe y Letizia nunca veranean en 'La Mareta'?

A pesar de que fue un lugar de descanso para la Familia Real, en 2015, un año después de su ascenso al trono, Felipe VI tomó la decisión de ceder el palacete a Patrimonio Nacional con el objetivo de promocionar turísticamente la isla de Lanzarote. 

La última vez que don Felipe y doña Letizia fueron fotografiados allí fue en 2005, meses después del nacimiento de la princesa Leonor. Los entonces príncipes de Asturias viajaron a Lanzarote para descansar y no dudaron en salir a la puerta para posar ante los fotógrafos allí congregados. 

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El fin de semana de Felipe y Letizia entre La Palma y Tenerife

Don Felipe arrancaba su periplo por las Islas Canarias el viernes en la Playa de las Alcaravaneras (Gran Canaria) con un acto castrense. Unas horas más tarde, ya en compañía de doña Letizia, reaparecían en La Palma. Allí mantuvieron un encuentro con una representación de los afectados por el volcán Cumbre Vieja tres años después de la tragedia. 

Este sábado, la pareja real presidirá el acto central conmemorativo del 'Día de las Fuerzas Armadas 2025', que contará con la participación de militares de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil. En esta ocasión y por razones evidentes la princesa Leonor no les acompañará, ya que se encuentra en Nueva York, la última parada de la travesía por América del Juan Sebastián Elcano. 

Será la próxima semana cuando los reyes se reúnan, al fin, con Leonor después de seis meses. Un reencuentro familiar muy esperado y que será, como es habitual en estos casos, en la más estricta intimidad.