Andrea y Lola, hijas de Jesús Quintero, homenajean con un emotivo discurso a su padre

El fallecimiento del periodista Jesús Quintero a los 85 años de edad ha dejado un gran vacío en la profesión y en la sociedad española en general. Con la capilla ardiente ya instalada, las dos únicas hijas de Jesús Quintero, Andrea y Lola, salían a atender a la prensa y dedicarle unas emotivas palabras a su padre.

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"Muchas gracias a todos por venir. Hoy es un día muy triste, pero también es un día de celebración por una vida maravillosa llena de amor, llena de gente, llena del cariño de la sociedad española. Nosotras decimos adiós a nuestro padre, pero somos muy afortunadas porque siempre va a estar con nosotras. Son muchos años en la televisión. Queremos hacer cosas muy bonitas con su archivo, con todas las entrevistas que ha hecho y de verdad sobre todo muchas gracias al pueblo, a Andalucía entera, al país entero por todas las muestras de cariño, gracias al presidente, gracias a todo el mundo por mostrar ese cariño y ese respeto por mi padre, por su profesión y por su trabajo", comenzaba diciendo Lola, la pequeña.

Andrea y Lola, hijas de Jesús Quintero.

Tras esto tomaba el relevo su hermana Andrea: "Mi padre fue un ser humano extraordinario capaz de detectar y detectar la verdad solo con una mirada y también capaz de transmitir la verdad, el arte… Estamos orgullosísimas de su legado y de los valores que transmite ese legado. No solamente a nosotras sino a toda la sociedad española y nos sentimos muy comprometidas con defender esa libertad, pasión, creatividad… Esa capacidad para rodearse de talento y de escuchar a todo el mundo, independientemente de su origen y de su opinión, que hoy en día no es tan apreciado escuchar a todo el mundo y creo que si lo hiciéramos más el mundo sería un lugar mejor. Estamos muy orgullosas de todas las muestras de amor recibidos y expresamos nuestro agradecimiento infinito".

"Y una última cosa… Se han dicho muchas cosas de mi padre en los últimos años… Mi padre se ha ido dejando una herencia llena de amor. Liviano de equipaje y con todo el arte y la gratitud", terminaban ambas regresando de nuevo a la capilla ardiente.