Ana Obregón cuenta la razón por la que las Campanadas han marcado un antes y un después en su vida

28 de noviembre de 2020, 16:14

Ana Obregón ha concedido a Anne Igartiburu su primera entrevista en televisión tras el fallecimiento de Álex Lequio. Si algo une a ambas presentadoras es que van a ser las encargadas de dar las Campanadas en La 1 el próximo 31 de diciembre. Durante la conversación que han mantenido, Ana ha compartido con Anne la razón por la que el haber aceptado estar en la Puerta del Sol la próxima Nochevieja ha marcado un antes y un después en su vida. Antes de que llegue ese día, existe un trabajo previo para que todo salga perfecto. Entre las cosas que tienen que hacer está la grabación de la promoción de las Campanadas, algo que llevaron a cabo ayer y que ha sido importantísimo para la actriz.

Ana Obregón se ha mostrado muy emocionada al contar que el hecho de tener que ir al rodaje ha provocado que “es el primer día que me despierto y no lloro”. De esta forma ha dejado ver lo difícil que se le hace levantarse cada mañana pero que el hecho de tener que llevar a cabo este proyecto ha supuesto un antes y un después a la hora de despertarse con un poco de ilusión. En esto ha jugado un papel fundamental su hijo Álex Lequio. La presentadora ha asegurado que “esta mañana he tenido la fuerza que me ha dado Álex para volver a la vida. Este brillo en la mirada no lo he tenido hasta hoy”. Son varias las ocasiones en las que la actriz ha asegurado que es el recuerdo de su hijo lo que le mantiene en su día a día y esta vez no ha sido menos. “Álex estará diciendo “brava mamá, brava””, ha dicho sobre la energía que siente.

Sobre las Campanadas también ha contado que su gran objetivo es “dar un poquito de esperanza y amor. Con eso me quedo satisfecha”. Ana ha tenido un recuerdo muy especial para las familias que este año lo han pasado mal tanto por la pandemia como por la lucha contra el cáncer. La presentadora ha asegurado que ese día estará al pie del cañón porque aunque “en las Campanadas habrá un corazón que aunque esté roto está lleno de amor”.