Ana Belén, 74 años: “Víctor tiene un carácter muy templado, sus opiniones son siempre muy sosegadas, yo enseguida me ataco por todo”

Contrariamente a lo que muchos creen, Ana Belén y Víctor Manuel son el matrimonio famoso menos oficial de todo nuestro panorama rosa. Y es que, aunque se dieron el ‘sí, quiero’ en 1972 en una boda celebrada en Gibraltar, lo cierto es que su matrimonio, tal y como la propia artista confesó a Lecturas hace 18 años, tiene nula o escasa validez en nuestro país. “No creo que lo convalidemos, aunque nunca se sabe y lo mismo cualquier día nos da la venada”, dijo en 2007 a nuestras páginas.

En aquellas páginas, Ana Belén, nacida María del Pilar, se confesaba muy distinta a su pareja, pero, quizás por ello, habían conseguido alcanzar tan buen entendimiento y cohesión. 

“Víctor tiene un carácter muy templado”, nos contaba entonces, “sus opiniones son siempre muy sosegadas... Pero no solo conmigo, que estamos compartiendo vida, es igual con nuestros compañeros”. La artista se descubría como alguien que se “atacaba por todo”; pero que su pareja siempre era capaz de “quitarle hierro a las cosas”. 

Ana Belén, una géminis prototípica

Eso sí, confesaba que ‘Víctor el sosegado’ solo desaparecía cuando una posible falta de puntualidad entraba en juego. “Lo único que le pone enfermo es que lleguemos tarde a los sitios”.

A pesar de todo, ella se considera una mujer de trato amable, especialmente cuando implica convivencia. “Soy una persona de buen carácter y una compañera fácil”, aunque también se revelaba como alguien que tiende a preocuparse en exceso. “Me esfuerzo mucho en superarlo y le pongo mucha voluntad. Y, aunque que mi naturaleza es de agobiarme por casi todo, lo cierto es que cualquier pequeña cosa que me emocione me hace estar arriba y ser optimista”. 

Decía Ana Belén que esta dualidad es propia de los nacidos bajo el signo de géminis, como lo es ella. Porque a pesar de agobiarse y de contrariarse, también es capaz de aferrarse y saber ver el lado positivo de las cosas. “Soy bastante frágil, cualquier contrariedad me hace venirme abajo, aunque del mismo modo otra cosa estimulante que perciba a mi alrededor también me hace levantarme”.

Ana Belén y Víctor Manuel, perfecto complemento el uno del otro

Los dos se complementan a la perfección. Víctor es su bálsamo y ella no suele equivocarse cuando su pensamiento más negativista entra en acción. Juntos han formado un sólido equipo que dura hasta el día de hoy, cuyas fortalezas y manera de hacer las cosas han querido transmitírselas primero a sus hijos y, después, a sus nietos. 

"Yo les he dado las herramientas para que ellos pudieran armar su proyecto, y aunque sabes que ahora es cosa de ellos, eso nunca es cierto del todo". La intérprete de Lía no cree que ningún padre o madre sea capaz de desvincularse de sus hijos una vez que estos son adultos. La preocupación no cesa. Solo se transforma. "Estás involucrado constantemente porque cualquier cosa que les pueda contrariar o les pueda hacer sufrir, te afecta a ti también, aunque tu misión ahora es estar de espectadora solidaria y, si te necesitan, estar ahí", resolvía. Y, desde que sus hijos ya vuelan solos, es su manera de proceder. Ser lugar de refugio para ellos, pero permitiéndoles siempre desplegar sus alas con total libertad.