Alberto Isla, el otro ex de Isa Pantoja que tras ser famoso se pasó al anonimato

Alejandro Albalá no es el único. Alberto Isla, el padre del hijo de Isa Pantoja y su primer amor, también ha abrazado la vida anónima con un gran placer, ¿qué ha sido de él?

Alberto Isla, ex de Isa Pantoja, ha renunciado a la fama y ahora es técnico sanitario

Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe de Clara Corazón

17 de junio de 2023, 11:24

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Alberto Isla (29 años) e Isa Pantoja (27 años), siendo tan solo dos adolescentes, trajeron un hijo al mundo. Para él ya era el segundo. La pequeña del alma de Isabel Pantoja se convertía en madre, y la tonadillera, de nuevo, en abuela. Esto catapultaba a la fama al yerno de la artista, que pasaba de tener la vida de un adolescente al uso, a la de un famoso. De todo aquello ya hace 8 años y la realidad de sus protagonistas no puede ser más diferente. Alberto pasó por todos los estadios de una celebridad al uso, para acabar siendo un conductor de ambulancias que vive feliz en Sanlúcar de Barrameda.

En este éxodo de la fama que parecen estar viviendo las ex parejas de Isa Pantoja, también está inmerso Alejandro Albalá. Ninguno de los dos reniega de su pasado, pero están muy cómodos con sus nuevas profesiones. En el caso de Alejandro, de estanquero.

A decir verdad, el primero que cortó por lo sano con la popularidad fue Alberto Isla. Tras su última y definitiva ruptura con Isa, el gaditano entendió que su futuro no pasaba por las portadas de las revistas y sí por las luces de las ambulancias. Estudió un módulo y se formó como técnico sanitario; de lo que ahora trabaja. De hecho, descubrió que el campo de la salud era lo suyo, por lo que siguió formándose y estudiando.

Ahora, a punto de entrar en los 30, el gaditano lleva una vida de lo más ordenada. Está completamente entregado a su trabajo y a la crianza de sus dos hijos. Se ha reformado. En redes lo mismo habla del románico, que del adviento. No hay fotos de fiesta, y sí de puestas de sol y de santos y vírgenenes. Nada queda de ese joven de pelo rapado que pensó que ser ‘tronista’ sería su camino.

La nueva vida de Alberto Isla, en Sanlúcar de Barrameda y centrado en sus dos hijos

@albertoisla13

El pasado mediático de Alberto Isla

A los pocos meses de convertirse en padres, Isa Pantoja y Alberto Isla rompían su historia de amor. Ella, como si fuera la protagonista de un melodrama sureño de Tenneesse Williams, deseaba buscar una salida a la opresión de Cantora. La vida que le había impuesto su madre la asfixiaba. Se enamoró perdidamente y pensó que esa era la vía para salir de la finca en Medina Sidonia. Alberto fue su llave a la libertad.

Pero el amor se marchó, tan pronto como los dos entendieron sus nuevas responsabilidades. Mientras Isa rehacía su vida al lado de Alejandro Albalá, Alberto Isla vivía su época de mayor desenfreno. Se convertía en un rostro popular de la televisión y de las revistas, empezaba a ganar mucho dinero. Telecinco le fichaba para uno de sus programas de cabecera, ‘Mujeres y hombres y viceversa’, y le convertía en tronista. Y un montón de chicas se presentaban como pretendientas para conquistarle. Pero salvo algún que otro roneo, no se enamoró de ninguna. Sí lo hizo de Techi, ex de Kiko Rivera, su ex cuñado.

Alberto Isla y Techi, un matrimonio que duró tres semanas

Se producía entonces uno de los momentos más polémicos de la vida Isla: su boda, en tiempo récord y por la iglesia con la que pudo haber sido su cuñada.

Como las quinielas apostaban, el matrimonio de Techi y Alberto Isla duró entre poco y nada. La separación llegó a las tres semanas del ‘sí, quiero’. Un récord. Al año, el gaditano e Isa Pantoja, volvían a darse una oportunidad. El hijo que comparten les acercaba, y ellos creyeron que estaban preparados para apostar por ese amor que se tuvieron. Vivieron en Londres, en Madrid y en Sanlúcar.

Alberto Isla e Isa Pantoja salieron juntos en 2014 y posteriormente en 2016 hasta 2018

Alberto Isla, superviviente

En 2018 llegó la gran oportunidad televisiva de Alberto: fichaba por ‘Supervivientes’ y prometía casarse con su chica después de una boda por el rito garífuna. Pero jamás se casaron.

Tan solo fueron cuatro años de fama. Pero en esos años le dio tiempo a absolutamente a todo: a tener excesos, a ganar muchísimo dinero, a perderlo. A enamorarse y a desilusionarse. A conocerse y, en definitiva, a crecer.

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