Joaquín Reyes revela a Pablo Motos en ‘El Hormiguero’ lo que hacen su mujer y sus hijos cuando se pone pesado

Joaquín Reyes ha revelado en 'El Hormiguero' que cuando se pone muy pesado con la Historia o las anécdotas su familia tiene una coletilla para que se calle

Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

Actualizado a 23 de abril de 2024, 09:36

Antena 3
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Si se buscase un sinónimo de humor en el diccionario podría perfectamente asociarse al de Joaquín Reyes (49 años). Con sus pintorescos personajes y sus peculiares imitaciones con acento manchego, ha conseguido consagrarse como uno de los grandes cómicos del país. Lleva más de dos décadas haciendo de la risa su profesión. El humor le viene de familia.

La culpa, digamos, la tiene su padre, que hacía muchas bromas cuando él aún era un joven que pensaba que su camino era ser ilustrador. Pablo Motos (58 años) y sus hormigas lo han recibido en ‘El Hormiguero’ para presentar su nueva obra de teatro, ‘La Paz’, ambientada en la Atenas clásica y contar algunas des sus mejores anécdotas. 

Al hijo y nieto de maestros se le conoce en todas sus facetas, excepto en la familiar. Está casado con su novia de toda la vida, una profesora de infantil que dice entenderle a la perfección por su profesión. Es además su mayor crítica, como así confesó en una entrevista hace años con Europa Press: "Mi mujer es la que aporta esa visión crítica a mis espectáculos, no me adula como la gente que me rodea. Mi mujer es de la que más me fio cuando pido opinión".

Junto a ella emprendió la que ha sido la gran aventura de su vida: convertirse en padre. Tiene dos hijos, Jesús, de 15 años, y Ester, de 13, de los que se siente enormemente orgulloso. Es muy protector con la vida privada de sus hijos y de su mujer, de los que no ha subido ninguna imagen a Instagram. Son contadas las ocasiones en las que ha hablado de ellos porque no quiere que se vean afectados por la fama. 

La clave que la familia de Joaquín Reyes tiene cuando es pesado 

Muy celoso de su intimidad, Joaquín ha contado en 'El Hormiguero' que le gusta mucho la Historia, tanto que su familia tiene "una coletilla", una clave para que cuando se pone pesado sepa que se tiene que callar. "Cuando adivinan que se viene uno de mis relatos dicen una frase que es 'qué buenas están las tejas', refiriéndose al postre hecho de almendra que está muy bueno y crujiente. Esto empezó por mi cuñada, que me tiene muy calado y que sabe cuando empiezo con uno de mis rollos. En mi familia que son todos muy cachondos, mis hijos y mi mujer, mi familia nuclear, pues utilizan esa coletilla para que me calle y me dejan en el aire. ¡Pero se pierden muchas cosas!", ha explicado el cómico. 

El actor además ha contado una graciosa anécdota que le pasó en la provincia de Guadalajara cuando fue a hacer un monólogo. Y es que en un pequeño local de la ciudad alguien le tiró algo a la cara: "Fui a actuar un domingo, que las actuaciones ese día... Era un sito muy estrecho. La gente hablaba muchísimo y pues yo iba rápido para terminar cuanto antes cuando en un momento dado alguien me lanzó un calcetín a la cara. Pensé o se lo ha traído de casa o se lo ha quitado ahora. Ninguna era buena", ha revelado entre risas. "Luego el dueño en el almacén mientras me pagaba le iba diciendo al compañero 'mira que tengo dicho que me traigan a gente buena'. Y encima claro me dijo que hablaba rápido", ha añadido. 

La debilidad de Joaquín Reyes

Joaquín Reyes intenta pasar el máximo tiempo posible junto a su familia, lo que le permiten las giras, ya sea de vacaciones, en comidas familiares o yendo al cine. Con sus hijos comparte su pasión por el humor. "Me río mucho con mis ellos, son muy graciosos, especialmente Ester. Tiene mucho sentido del humor. Los dos lo tienen, pero ella tiene una gracia muy natural", dijo en una entrevista en 'Ser padres'. "Les encanta que me dedique a hacer reír a la gente, hace que me vean como una especie de superhéroe, porque el mío no es un trabajo típico de un padre, dedicarse a decir cosas graciosas. Muchas veces les he llevado al teatro conmigo para que vieran que hacer reír no deja de ser un trabajo", añadía Reyes. 

Lo cierto es que iba encaminado a ser ilustrador tras estudiar Bellas Artes en la Universidad de Cuenca, donde conoció a su buen amigo y compañero de profesión Ernesto Sevilla. Es como un hermano para él. Ambos se criaron en Albacete y dieron juntos sus primeros pasos en el oficio del humor en ‘La hora chanante’, ‘Muchachada Nui’, ‘Museo Coconut’ y ‘Retorno a Lilifor’. Rodó también con él la serie ‘Capítulo 0’, en 2018.

El otro hombre de su vida es su maquillador, Nacho Díaz. Sin él no sería nadie. "No puedo separar al personaje del maquillaje y por eso reivindico siempre a Nacho Díaz, con quien llevo trabajando desde el principio, ganador del Goya por Mientras dure la guerra, de Amenábar, por caracterizar a Unamuno, Franco y Millán Astray. Para crear el personaje, a mí el maquillaje me resulta imprescindible porque, como bien sabéis, no imito la voz y a todos los hago igual, con acento manchego...", confesó en una entrevista en La Vanguardia.

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