Bill Murray deja atónito a Pablo Motos en 'El Hormiguero' al contar cómo evitó un grave accidente en el rodaje de 'Los cazafantasmas'

Hablar de Bill Murray (74 años) es hacerlo de un actor que ha dejado una huella imborrable en el séptimo arte. Tiene un estilo único que hace reír a cualquiera, pero también un carisma innato para el drama. Solo hay que ver 'Lost in traslation', proyecto por el que fue nominado al Oscar. A lo largo de su extensa carrera, ha demostrado que su presencia en cualquier proyecto es sinónimo de éxito. Espera que siga siendo así con su nuevo trabajo: el espectáculo musical y literario 'New Worlds: Bill Murray, Jan Vogler and friends'.

En él, interpreta canciones de Gershwin o Bernstein y lee fragmentos de obras de Hemingway o Walt Whitman al son del pianista Jan Vogler y la violinista Mira Wang. En España las fechas en las que se podrá ver el espectáculo son contadas. Sobre esto charlará esta noche en el plató de 'El Hormiguero', a donde acude por primera vez. Visita a Pablo Motos y sus hormigas para presentar su último proyecto, pero seguro que también compartirá algunas de las mejores anécdotas de su carrera y sus polémicas, que no son pocas.

Una de ellas ha dejado totalmente atónito a Pablo Motos. Una de las películas más famosas de su carrera es 'Los Cazafantasmas'. Una comedia paranormal que fascinó a los adolescente de los años 80 en Estados Unidos y en todo el mundo. Décadas después de la grabación de este filme han salido a la luz detalles sobre las actuaciones y la creación de esta maravillosa historia. Pero había algo que no había trascendido.

"¿Le salvaste la vida al hijo de George Harrison?", ha preguntado, sorprendido, Pablo. Bill ha asentido antes de bromear: "La verdad es que ahora puedo ir siempre cuando quiera a su casa". Al parecer, "George vino con su hijo al rodaje y un foco cayó", ha relatado. Murray se dio cuenta "y conseguí agarrarlo antes de que le diera al niño en la cabeza".

Ese pequeño al que salvó es Dhani Harrison Arias, un excelente músico que empezó su carrera durante la creación del álbum póstumo de su padre. "Es un hombre increíble", ha dicho, con admiración, Bill. Una anécdota totalmente desconocida que ha dejado boquiabiertos al presentador y audiencia.

Los inicios de Bill Murray

Mucho antes de cosechar éxitos en la pequeña y gran pantalla, el de Illinois se inició como comediante en el City Theatre de Chicago. Antes, había coqueteado con la carrera de medicina. Su talento le abrió las puertas del late show ‘Saturday Night Live’. Se convirtió en un imprescindible durante varias temporadas.

El quinto de una familia formada por nueve hermanos debutó en la gran pantalla en 1979 a las órdenes de Ivan Reitman en 'Los incorregibles albóndigas’. Desde entonces, ha participado en más de 90 producciones, alternando entre el cine de autor y los grandes títulos de la historia del séptimo arte. Entre ellos, 'El Gran Hotel de Budapest', 'Space Jam', 'Atrapado en el tiempo' y 'Los Cazafantasmas'. O la que le valió la nominación al Oscar y el Globo de Oro que sí ganó, 'Lost in translation', de Sofia Coppola.

Es curioso su éxito teniendo en cuenta que se dice que nunca ha tenido un agente que le ayudase y que vive prácticamente sin teléfono móvil. Durante años, quien quería contactar con él lo tenía que hacer a través de un viejo contestador. 

Los rumores que le acompañan desde sus inicios

Su aportación al mundo de la interpretación es incuestionable. Lo que sucede fuera del escenario es otra cosa. Desde sus inicios en el ‘Saturday Night Live’ le acompaña una fama de excéntrico, cascarrabias y malhumorado. Con el paso de los años han sido muchas las denuncias de sus compañeros de profesión sobre su mal comportamiento y su conducta inapropiada en los rodajes. De hecho, es considerado el 'enfant terrible' de Hollywood.

La actriz Geena Davis aseguró que un buen día le gritó por llegar tarde, o Seth Green, que se sentó en lo que el actor consideraba su sitio y le regañó (y mucho). Entonces, apenas tenía nueve años. "Me agarró los tobillos. Me colgó hacia abajo sobre un bote de basura y me tiró a la papelera porque sin querer le golpee los testículos", contaba a Variety. Con el director Harold Ramis la cosa terminó tan mal durante la producción de ‘Atrápalo si puedes' que estuvieron 20 años sin hablarse. 

Cualquiera podría decir que se le ha subido la fama a la cabeza. Sin embargo, para Bill Murray, eso es algo que solo ocurre durante un año y medio o dos como mucho. "La verdad es que cualquiera que se hace famoso es un imbécil durante un año y medio", asegura en una cita recogida por 'Fotogramas'. "Tienes que darles un año y medio, dos años. Todo su mundo se pone tan patas arriba, sus respuestas se distorsionan. Le doy a todo el mundo un año o dos para recomponerse porque, cuando ocurre por primera vez, sé cómo es".

Mucho peor ha sido su última polémica. Sobre Bill Murray pesa una denuncia de acoso sexual por parte de una trabajadora de producción de la película 'Being Mortal', que nunca llegó a ver la luz por este motivo. "Fue una situación estúpida. Eso es todo lo que fue", dijo el intérprete recientemente en una entrevista en The New York Times.

Defendió que, como todo lo que suele hacer, se trató de una broma: "Estábamos todos atrapados en una habitación escuchando esta escena loca. No sé qué me impulsó a hacerlo". "No fue como si la hubiera tocado. Le di un beso a través de una mascarilla. No era una desconocida, era alguien con quien trabajaba, con quien almorzaba varios días a la semana", añadió. Ya en su juventud tuvo problemas con la ley. En los 70 fue condenado por transportar cinco kilos de cannabis en un avión con intención de venderla.

Su inestable vida sentimental

Su vida sentimental ha sido también una montaña rusa. Se casó en Las Vegas con Margaret Kelly, con la que tuvo dos hijos: Homer y Luke. Un año después de separarse, en 1997 volvió a pasar por el altar con Jennifer Butler. De esa relación nacieron Jackson, Cooper, Caleb y Lincoln. Su segundo matrimonio terminó en 2008 mucho peor que el primero por la denuncia por parte de la diseñadora de vestuario de violencia doméstica. Habló de palizas, amenazas de muerte, infidelidades y adicción al sexo y al alcohol.