Mario Alonso Puig, experto en bienestar y crecimiento personal, ha profundizado sobre una de las claves más importantes para ser felices en la vida y cuidar de nuestra salud. Va mucho más allá del deporte, la nutrición o el cuidado personal y es capaz de transformar por completo nuestro día a día. El conocido experto y profesor de la Universidad de Harvard habla de una virtud imprescindible capaz de marcar la diferencia.
Mucho más de una virtud: el poderoso impacto de la generosidad en la búsqueda de la felicidad
En la vida no todo es fama, poder o fortuna. Así lo defiende una de las mentes más importantes de nuestro país quien asegura que "eso no es la felicidad". Mario Alonso Puig, médico especialista en cirugía general y del aparato digestivo, defiende que "los pequeños gestos de generosidad importan mucho más de lo que imaginamos". Es una de las últimas conclusiones que ha compartido a través de sus redes sociales, pero no la primera vez que la hace.
@marioalonsopuig I Instagram
En la ansiada búsqueda de la felicidad, la generosidad es clave. Este sencillo acto de bondad es capaz de marcar la diferencia en muchas personas. "¿Has pensado alguna vez en la enorme capacidad que tienes de influir en el bienestar de los demás? Una simple sonrisa, un mensaje o dedicar unos minutos a escuchar a alguien pueden aliviar el sufrimiento mucho más de lo que imaginas", expone en una de sus últimas publicaciones. El experto lo tiene claro e insiste.
La generosidad es una de las mejores medicinas que existen capaces de mejorar nuestro estado de ánimo de una forma realmente sorprendente. "El sufrimiento no siempre es físico. Muchas veces es anímico o mental, y lo increíble es que no hace falta ser médico para aliviarlo. Solo con hacer que alguien se sienta querido, apoyado y acompañado ya estás marcando una diferencia importante en su vida. Recuerda que el amor también cura", subraya. De hecho, la felicidad no solo reside en el propio ser y bienestar personal. Va mucho más allá.
“La felicidad siempre es compartida. Para mí es imposible experimentar la felicidad si no tienes la vocación de que otra persona la experimente", puntúa Puig. Por otro lado, asegura que "el bienestar subjetivo no tiene por qué ser compartido". Esta es la gran diferencia entre el camino que nos guía hacia felicidad y el que no.
La generosidad como herramienta curativa
La generosidad es una herramienta de gestión emocional mucho más poderosa de lo que creemos y la ciencia lo avala. "Diferentes estudios han demostrado que la generosidad no solo beneficia a quien la recibe, sino a quien la da”, explica ‘Solidaridad Intergeneracional’. Por este importante motivo, ha de ser un imprescindible en nuestras vidas. “No seas generoso para que lo agradezcan, sino porque es un valor”, advierte Mario Alonso. Es, sin duda, un elemento que acompaña y caracteriza a las personas más felices.
“La bondad tiene que ver con la persona. Una persona que valore de verdad a un ser humano en todo lo que haga lo irradiará. Habrá veces que no le saldrá bien, pero su disposición es que le salga bien. Dirá, 'hoy no me ha salido bien, pero lo volveré a hacer'. No hay que cortar en compartimentos estancos”, aconsejaba hace meses en otro de sus vídeos más populares.
Su recomendación a quienes buscan la verdadera felicidad es clara. Ser generosos es uno de los mejores caminos. “La bondad no es blandura ni sumisión. Es la capacidad de incluir al otro en nuestro concepto de bienestar, de pensar no solo en nosotros mismos, sino también en lo que los demás sienten y necesitan. Este tipo de trato humano, lleno de empatía, tiene un impacto directo en nuestra salud mental ya que liberamos oxitocina, la hormona del bienestar”, explica.
Además, es una de las mejores herramientas para experimentar calma y una conciencia tranquila. “La bondad entendida como un encuentro sincero entre seres humanos nos acerca al perdón, al amor y, en última instancia, a la paz interior”, sentenciaba el experto hace meses. Nada ha cambiado desde entonces. Puig defiende la idea de cuidar de los demás para salvaguardar también nuestro propio bienestar tanto físico como emocional. Su impacto es realmente sorprendente.