Esta semana he tenido reencuentros muy especiales

Después de mucho tiempo, el pasado miércoles acudí a un acto social. Mi amiga Edith presentó un nuevo vino verdejo, Matteo. Embarcarse en una aventura así es algo digno de reconocimiento. Espero que Matteo (así se llama también su nieto) le dé grandes satisfacciones y que nos sirva a todos para celebrar muchos momentos hermosos de la vida.

En esa presentación tuve la oportunidad de reencontrarme después de muchos años con Mariló Montero, a la que conocí siendo las dos unas chavalas en la época de Jesús Hermida. Para mí, entonces, era ‘Lolo’. Así la llamábamos cariñosamente. Aún recuerdo la primera vez que Carlos Herrera iba de invitado a las tertulias que hacía en su programa Jesús Hermida y se fijó en ella. Mi amistad con él hizo que me pidiera que la convenciera para salir con él a cenar una noche. Recuerdo los miedos de ella: una chica joven empezando en la televisión con un gigante de la comunicación, como era Hermida, y pidiéndole una cita otro de los grandes. Mariló dijo que sí a Carlos Herrera, pero os confieso que el mismo día de la cena la respuesta fue no. De alguna manera la forcé a decir sí, porque si ya había quedado, ella es una mujer de palabra y tenía que ir. Qué buena decisión tomé, porque desde ese día han estado juntos muchos años y han formado una familia muy bonita. Han sido amigos, compañeros, amantes... Todo eso me trae grandísimos recuerdos de una de las etapas más bonitas que he vivido en mi carrera televisiva y de la que más aprendí.

En este evento también me encontré con Mayte García, exmujer de Santiago Cañizares, toda una superviviente. Perder un hijo pequeño es un horror de la vida que ella ha convertido en lucha por todos los demás niños, para que puedan recibir un tratamiento y salir de ese horror que es el cáncer.

La nota divertida la puso mi queridísima Ágatha Ruiz de la Prada. ¡Qué guapa y qué estupenda está! ¡Qué bien le ha sentado liberarse de tantas ataduras y corsés! Reconozco que tengo un cariño muy especial por Ágatha por cómo es y por cómo es con mi familia. Se me cae la baba cuando habla de mi hija, Alejandra, a la que adora. Espero que en un futuro puedan hacer cosas juntas. ¡Ojalá sea así, porque Ágatha es inmensamente generosa! Cuando nos despedimos quedamos para que vaya a su casa a cenar un día y estoy deseando que llegue ese momento. Sé que será una noche especial.