"Cuelgo una fotografía con Bart en Facebook, y se me saltan las lágrimas al leer un mensaje"

9 de febrero de 2017, 10:02

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P. estaba enamorado de un galgo precioso al que su dueño dejó tirado en el veterinario porque le parecía muy cara la factura que le pasaron por arreglarle un problema en el estómago. ¿Cómo se puede ser tan sinvergüenza? ¿Cómo consigue conciliar el sueño esta persona después de abandonar a su suerte a un animal? Era guapo y joven, sí, pero los galgos como él no tienen problemas en ser adoptados. Así que recorremos la residencia en busca de ese otro que quiera venirse con otros. Esta vez lo teníamos claro: debía ser él quien nos eligiera.

Hay galgos cariñosísimos que se te echan encima. Otros que tienen tanto miedo que se esconden cuando intentas acercarte a ellos. Me fijo en Brujo, y Eva, de la asociación, me dice que le encantaría que nos lo lleváramos porque lleva ya dos años en la residencia. Pero no es nuestro perro porque se lleva mal con los machos. Conocemos a dos hermanas que llegaron muy temerosas, pero que ahora parecen dos señoritas de provincias muy bien educadas. Y enseguida aparece Bart, que ya es nuestro Bart. Lo encontraron junto a otros perros, y a cada uno de ellos le pusieron el nombre de un personaje de ‘Los Simpson’. Es un galgo cariñosísimo que se ha hecho a nuestra casa nada más entrar en ella. Cuelgo una fotografía con Bart en Facebook, y se me saltan las lágrimas al leer un mensaje que me deja Marianita Tereré: “Abrázale taaaan fuerte que sienta que la vida le sonríe nuevamente. Hay un ángel perruno que esta noche te dirá: ‘Gracias, lo hiciste nuevamente”. Gracias, Marianita, por acordarte de Cartago. Nosotros no hay día que no lo hagamos.

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