Alberto Chicote es todo pasión. Los corazones de sus delantales lo delatan. Le enternece el amor por la cocina. Reconoce que es un recién llegado a la tele, pero su naturalidad y su desparpajo ante las cámaras es un seguro de éxito. Es el perejil de todas las salsas, aunque ahora la gastronomía vaya por otros derroteros más complicados. Él, junto a Susi Díaz y Ángel León, será el encargado de mostrarlos a los 15 concursantes de ‘Top Chef’, que se emite los miércoles en Antena 3.  “La competencia en ‘Top Chef’ ha sido endemoniada y el nivel ha sido acojonante”.

 ¿Tanto?
-¡Tanto! Tiene mucho pulso. Desde el minuto uno, te das cuenta de que ahí hay mucha pasión puesta, mucho corazón, mucha cocina. Todo lo que tiene que ver con las sartenes, ollas, tablas, cuchillos…, me gusta tanto que me emociona, y más si veo a tanta gente esforzándose. Y eso que solo he visto el primer programa; cuando vea los demás, igual tienen que llamar a una UVI móvil.

 ¿Les metes mucha caña como en ‘Pesadilla en la cocina’?
-La directriz cuando nos pusimos a grabar ‘Top Chef’ fue: “Haz lo que has hecho siempre”. Yo he sido jurado en infinidad de concursos de cocina y en infinidad de ocasiones. Aquí he hecho prácticamente lo mismo, pero con la diferencia de que éramos Susi, Ángel y yo quienes planteábamos las pruebas. Además, la cosa se pone más difícil porque los concursantes son muy buenos cocineros. Jefes de cocina en restaurantes o propietarios de sus propios restaurantes, gente que tiene éxito profesional. Así, la mayoría de las veces, a la hora de elegir, no es entre una cosa buena o mala, es entre una buena y otra mejor.

¿Has sido muy exigente?
-Siempre soy duro y siempre soy exigente, pero en ‘Top Chef’ no nos encontramos con gente como en ‘Pesadilla...’, que hace mal su trabajo y de ahí que su restaurante esté en malas condiciones. Aquí hay gente que lo hace muy bien, que responde, que se esfuerza y que además lo hace con un valor añadido: la falta de tiempo. Cuando diseñábamos un plato decíamos: “¿Esto en cuánto tiempo lo harías?”. “En dos horas”. “Pues ellos lo harán en hora y media”. La presión ha de ser tu mejor amiga.

Y si son tan buenos, ¿para qué ir a un concurso de televisión? ¿Qué necesidad tienen?
-Competir. En realidad, hay un premio, sí, pero la motivación de todos ellos es demostrar que son el mejor. Algunos preguntaban quiénes eran sus competidores para saber si estaban o no a su altura.

¿Has encontrado al mejor cocinero de España?
-¿Tú te crees que la selección española de fútbol es la mejor del mundo? El que gana nunca es el mejor. Sencillamente, es quien gana. Es decir, en cualquier competición gana el que mejor ha resuelto las pruebas a las que se ha enfrentado. Chimpún.

Es decir, aquí importa más el plato que si el concursante es mejor o peor, ¿no?
-Lo único importante es el plato. Lo que hay encima. La plasmación del trabajo y el esfuerzo. Eso es lo que pido. Y mi juicio se basará en eso. ¿Que te has esforzado mucho? Vale. ¿Que te ha costado un montón? Bueno. ¿Que lo has hecho con una mano rota? Lo siento. Lo que cuenta es tu plato. Me gusta ver que la gente se supera, pero me importa el resultado.

¿Te da igual si son buenos o malos compañeros, mejores o peores personas?
-A mí eso me da igual. Que hay buenos compañeros, me alegro. Que no, me la pela. También es verdad que todos son buenos chicos, pero es una competición. No vas a mirar a los demás con cara de perro, pero o gano yo o ganas tú.

¿Has sido malo seleccionando las pruebas?
-Sí que es verdad que más de una vez he pensado: “¡Madre mía si me dieran a mí ese producto! ¿Qué demonios haría?”. Pero hay tal nivel y tal concentración, tal esfuerzo de los concursantes, que es acojonante. Yo he aprendido. Mola.

¿Y de la televisión?
-Yo hago de Alberto Chicote, es lo único de lo que sé hacer. En el programa no hago de gruñón, ni del feo ni del guapo. Hago de Chicote.

Las comparaciones con ‘MasterChef’ van a ser ineludibles. ¿Superaréis sus audiencias?
-Del tema de audiencias sé poco. Yo soy un recién llegado. Pero hay sitio para todos. Hay suficiente pastel. Podemos cohabitar ‘MasterChef’ y nosotros, como sucede en otros países. Sobre todo, porque no somos lo mismo, aunque hay un nexo: la cocina. Ellos han hecho un formato que está muy bien. Y nosotros, uno fantástico.