“Estoy un poco entre las palomitas y el Primperan”. Pocos esperaban que Máximo Huerta se pronunciase sobre la situación que vive el Gobierno de Pedro Sánchez. El escritor, que formó parte del mismo en su inicio como Ministro de Cultura y Deporte, no dudaba en hacerlo con la naturalidad de la que siempre hace gala. “Como ciudadano, tengo ganas de saber qué más hay en esos folios. Por lo demás, que cada palo aguante su vela”, zanjaba.
En su colaboración con Ana Rosa Quintana, Huerta se mostraba desorientado con todo lo que estaba escuchando. “De pronto, te enteras de que esto ya se estaba haciendo hace siete años”, apuntaba. Fue, precisamente, un 13 de junio cuando el escritor decidió dimitir de la cartera ministerial a pesar de haber saldado su infracción administrativa con la Hacienda pública. Un gesto que muchos le recuerdan y aplauden.
Instagram @maximohuerta
Ahora, siete años después, la vida del periodista poco tiene que ver con aquella. De vuelta en la televisión nacional, Huerta dedica el tiempo a escribir, regentar su librería y velar por la salud de su madre. Instalado entre Buñol y Madrid, donde acude varias veces por semana, ha encontrado en su regreso a su ciudad natal la calma y el cariño. Son muchos los lectores que peregrinan hasta su librería para conocerle.
Instalado en Buñol
Huerta sorprendió a todos con la apertura de 'La librería de Doña Leo'. Un proyecto que tomó forma en su ciudad natal y que fue construyendo con solvencia. Es el sueño que siempre tuvo y lo ha hecho realidad en Buñol. Huerta dejaba Madrid para volver a su tierra debido a la situación de su madre. Delicada de salud, era el motivo que le empujaba a cerrar una etapa de su vida y comenzar una nueva.
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El escritor, hijo único, se centraba en el cuidado y el acompañamiento. Y mientras tanto, hacía realidad el negocio que ahora ya se encuentra más que asentado. Huerta abría la librería y lograba que muchos de sus seguidores viajasen hasta Buñol para conocerla -y conocerle- en persona. Es un punto neurálgico de la provincia. También un proyecto en el que contó con el que era su pareja en su momento.
Huerta vivía una ruptura sentimental cuando ya estaba todo listo y en funcionamiento. Un duelo personal que ha pasado, tal como ha contado él mismo en alguna ocasión, y del que fue complicado recuperarse. Muchos cambios -de ciudad, de vida, de trabajo- en muy poco tiempo. Por suerte, todo pasa y ahora se encuentra más animado que nunca.
Vuelta a televisión
El periodista combinaba su negocio en Buñol con el trabajo en 'A punt' el canal autonómico valenciano. Tras su paso por Televisión Española, regresaba a donde comenzó. Estuvo al frente de varios espacios, tanto en horario de tarde como en especiales en 'prime time'. Una época que terminaba y no especialmente por decisión propia. El trabajo en Valencia le posibilitaba cuidar de su madre en todo momento. Pero entonces, Ana Rosa volvió a llamar a su puerta.
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Huerta se convirtió en uno de los fichajes estrella del regreso de Quintana a 'El programa de AR'. El que fuese su copresentador durante mucho tiempo volvía a Telecinco como colaborador en 'El aperitivo', la sección que había creado para este regreso a las mañanas. Pero no solo eso. Huerta ha sido también el encargado de viajar hasta Roma para retransmitir el funeral del papa Francisco y la llegada del papa León XIV.
La química con Ana Rosa ha hecho que su presencia se haya ido alargado. Lo que empezó con una colaboración semanal es ahora casi diaria. Ha sido allí donde se ha pronunciado sobre la grave crisis que afronta el gobierno y el papel de Pedro Sánchez, el que fue su 'jefe' durante un breve período de tiempo.
Entre libros y amigos
En sus viajes a Madrid podemos verle reencontrándose con sus amigos de siempre. Desde Bibiana Fernández, íntima donde las haya, a los que siempre han estado a su lado. No fue fácil para el escritor cerrar su casa en la capital y dejar todo lo que había estado viviendo durante décadas. Regresaba a su casa y al lado de su madre. Un cambio al que ha ido habituándose y del que ahora disfruta. La calma de Buñol poco tiene que ver con su frenética vida en Madrid.
Huerta combina el periodismo, la televisión y la literatura. En las últimas semanas ha estado centrado en visitar las diversas ferias del libro para firmar los ejemplares de sus novelas. Feliz y relajado, incluso ha dado el paso de recordar aquella fecha en la que tuvo que comparecer para anunciar su dimisión. Un trago que le impidió volver a ser el que era durante un largo tiempo. Ahora, desde la serenidad, ya todo se ve de otra forma.