La tremenda pillada a Tamara Falcó por sus retoques estéticos ¡destapados por Íñigo Onieva!

11 de abril de 2023, 14:55

El algodón no engaña y las fotografía de Íñigo Onieva (33 años) tampoco. El futuro marido de Tamara Falcó (41 años) se pasa de sincero y muestra las mismas fotos que su chica, pero sin pasar por los filtros de Photoshop. Mientras que las imágenes en Bali de la colaboradora de ‘El Hormiguero’ la muestran con menos curvas, en las del relaciones públicas aparece con más. ¿Qué ha pasado? Pues que no se han puesto de acuerdo a la hora de decidir qué recuerdos de sus vacaciones eran los que iban a subir a redes sociales.

La periodista Nuria Marín, con ese ojo clínico tan suyo, descubre el engaño de las imágenes de Tamara Falcó. “Fijaos en esta foto que Tamara comparte como post”, dice la presentadora de ‘Cazamariposas’. A continuación, contrapone la que ha subido Íñigo Onieva como story, “es la misma foto, pero no es igual, ¿veis la diferencia?”. Ella, directamente, se licúa y todo lo que se quita, se lo añade en volumen a su novio, que suma unos cuantos centímetros más de músculo.

Las vacaciones pre luna de miel de Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Esta escapada al sudeste asiático, más concretamente a Bali, ha servido para que la pareja se relaje y recargue las pilas. Les espera un nuevo trimestre plagado de estrés y de preparativos nupciales. El 8 de julio, los enamorados se darán el ‘sí, quiero’ en El Rincón, la finca que Tamara heredó de su padre. Retoman el proyecto de boda que la pareja canceló a raíz de la deslealtad que Íñigo cometió con su prometida, y lo hacen después de haberse dado una segunda oportunidad y él haberle prometido que había cambiado y que no dejaría que nada les separase.

Así que, como dentro de tres meses andarán completamente de los nervios, sumidos en un sinfín de decisiones de última hora, de arreglos y de cambios, nada mejor que aprovechar las vacaciones de Semana Santa para volar hasta uno de los destinos más paradisiacos. En Bali, la pareja se ha movido en moto, que es el medio preferido por los habitantes de la isla. Por suerte, este transporte no tiene secretos para Onieva puesto que es su vehículo para el día a día. Verle salir de casa, con el casco en la mano para después arrancar su moto, se ha convertido en una de las estampas diarias de los compañeros de prensa que hacen guardia en su domicilio ubicado en el centro de Madrid.

Visitas a templos y a arrozales, dejándose impregnar por la cultura, fauna y flora de un lugar tan exótico y diferente como es Bali, Tamara y su prometido lucían descansados y felices. Si un mono le robaba la gorra al futuro novio, era motivo de risa, y si vivían uno de los clásicos atascos con la moto, también. Estaban de vacaciones y destilaban relax. Han contemplado espléndidos atardeceres mientras tomaban un cóctel, se han bañado en piscinas infinitas rodeadas de tumbones blanquísimas, y han caminado por la selva.

Posibles destinos de viaje de novios para Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Esta expedición balinesa ha sido una experiencia única que sirve de pre luna de miel; puesto que el gran viaje de sus vidas como casados llegará a partir de julio. A juzgar por los gustos de la pareja a la hora de escoger sus vacaciones, Tamara e Íñigo podrían decantarse por un lugar con mar y playa de arena fina, como les vimos el año pasado en el Caribe, desde donde recibieron el año nuevo.

Falcó también adora Maldivas y sus aguas turquesas. Ahí fue donde se refugió, junto a su madre y su hermana, tras la infidelidad de Íñigo. El océano Índico ayudó a curar su corazón roto y estar junto a las mujeres de su vida fue su mejor terapia.

A ambos les encantan los destinos en los que la gastronomía sea muy importante y los Emiratos se han puesto a la cabeza en términos ‘foodies’. Algunos de los mejores restaurantes se localizan en Dubai, donde ambos también han viajado, por lo que si lo que desean es premiarse con un festival para sus papilas gustativas esta podría ser una estupenda opción.

¿Descartan destinos en los que la aventura tenga un papel primordial? Atendiendo a las anteriores escapadas de la pareja, parece que ambos prefieren el relax por encima de la adrenalina. Viajes en los que lo único que tengan que hacer sea dejarse sorprender por el lugar que visitan, como cuando viajaron a Laponia donde dejaron constancia de su segunda oportunidad. Entonces no hubo ni arena ni mar, sino nieve y trineos.