El pasado viernes, 13 de junio, fue cuando pudimos ver a Susana Molina (35 años) dar el ‘sí, quiero’ a su pareja desde hace cinco años, Guille Valle, en una ceremonia que reunió a 200 invitados, entre los que encontramos a Anabel Pantoja (38 años), que nos mostraba el vestido de la novia en un descuido en redes sociales. Tras estos años compartiendo su día a día, con dos perritos en común y habiendo creado una empresa juntos, los jóvenes celebraron una ceremonia civil con cena y fiesta en la finca El Ganso, pero un día antes también fue uno de los más significativos para la pareja porque, aunque la fiesta se llevó a cabo el viernes, el jueves 12 fue cuando Susana y Guille, junto a un grupo reducido de seres queridos, firmaron ante una jueza para convertirse en marido y mujer.
La primera boda de Susana Bicho
A través de su cuenta oficial de Instagram, Susana ha querido abrir el álbum de fotos privado de su ceremonia con Guille, una en la que estuvieron bastantes poquitas personas, a juzgar por las imágenes, y en las que podemos ver a los novios de lo más contentos y cómplices en ese día tan señalado. “Los mejores días de mi vida. Capítulo 1: el jueves nos convertimos oficialmente en marido y mujer rodeados de nuestra familia”, explica la joven junto al emoticono de un corazón rojo, explicando que luego fueron todos a comer y “celebrar” a un restaurante de la capital.
Para este momento, la joven influencer optó por llevar un vestido mini nupcial, un modelo lencero con una sola manga y detalles en encaje en color blanco roto, siendo una acertada y muy cómoda opción para una boda casual e íntima, demostrando que se puede estar igual de fabulosa con este tipo de diseños que con uno mucho más trabajado. Susana combinó este vestido con unas sandalias en color marrón oscuro a juego con el mini bolso de Louis Vuitton de mano que escogía para este día, llevando en clave beauty su melena suelta de la manera más natural posible, así como un maquillaje bastante sencillo.
El novio optaba por lucir un traje clásico en color azul marino que contaba con americana, chaleco a juego y pantalón de vestir, llevando debajo una camisa blanca. Tras casarse de manera oficial, los jóvenes y sus invitados comieron en SottoSopra Madrid, local que podemos encontrar en el Callejón de Puigcerdá, número 8, en pleno barrio de Salamanca de la capital y donde disfrutaron de diferentes delicias preparadas especialmente para ellos por el chef del restaurante.
Hace apenas 5 días el recién estrenado matrimonio nos sorprendía en Instagram con un vídeo en el que nos mostraban cómo habían ido ellos mismos a una joyería a grabar sus alianzas. “Lo mejor es que las hemos grabado nosotros mismos a mano", contaba la creadora, dejando claro que "tienen algún que otro fallo pero eso las hace más únicas", queriendo agradecer a la empresa que las hizo posible "por dejarnos hacerlo tan especial".
La gran boda de Susana Molina
Aunque hasta mañana no podremos ver ese vestido de novia oficial en una exclusiva, siendo el secreto mejor guardado si no fuese por Anabel Pantoja, a través de diferentes historias temporales de algunas de las invitadas ya pudimos ver detalles de cómo fue esta velada, una en la que no faltaron diferentes rostros conocidos de nuestro panorama. Entre ellos destacaron gente como Melyssa Pinto, que llegaba en coche con Mario Casas, que no esperaba ver a tanta prensa y que terminó aparcando lejos de la entrada para evitar a los fotógrafos, algo que no consiguió y terminó siendo inmortalizado mientras la influencer caminaba hasta la entrada del recinto.
Gtres
Además de la exconcursante de ‘La isla de las tentaciones’ también pudimos ver entre los asistentes a amigas de Susana como Alba Paule y su mujer, Dulceida, Madame de Rosa, Marta Riumbau, Nagore Robles y su pareja, la influencer Carla Flila.
Sobre su vestido, Susana comentó a la revista 'Semana' que "no quería cambios, ese día tiene que tener protagonismo el vestido de novia", explicaba, asegurando que cree "que va a sorprender", no habiendo querido hacer nada con lo que no se sienta representada. "Yo soy muy básica y el vestido es muy yo, pero con un puntito especial, donde se nota la mano de la diseñadora Beatriz Claro, de Claro Couture".