Pilar Rubio llora al despedirse de sus compañeros

12 de noviembre de 2015, 12:37

Lleva algún tiempo avisando que “estaba ahí, ahí”. Que si el bebé se adelantaba un poquito, un día tendría que llamar a su jefe, Pablo Motos, para decirle que había vuelto a ser madre y que no podía ir a trabajar. No ha hecho falta llegar a tales extremos, pero sí que Pilar Rubio ha apurado al máximo su estancia en ‘El Hormiguero’ antes de coger su baja por maternidad.

Su segundo hijo nacerá este mes, y le faltan escasos días para salir de cuentas. Este embarazo ha sido muy importante para Pilar porque ha hecho partícipe a toda la audiencia del programa en el que colabora de lo que de verdad significa ser madre y cómo se ve la vida cuando estás gestando a tu hijo. Ha demostrado a Pablo lo que se sufre en el parto, un dolor que ellos jamás experimentarán, pero que, gracias a una máquina que reproduce las contracciones, han estado más cerca de saberlo. También ha demostrado cómo se asiste un parto en caso de emergencia, o cómo incorporar la barriga de embarazada en disfraces para Halloween.

Ha sido una experiencia vital preciosa, pero también ha sido muy importante para ella a nivel profesional. Motos está encantado con la manera en la que Pilar ha gestionado su sección, y anoche se lo agradecía delante de toda la audiencia. Pilar, al escuchar estas palabras de cariño no ha podido evitar emocionarse y ponerse a llorar. No eran las hormonas, sino el orgullo de saber que el trabajo que ha realizado ha estado bien hecho. Nada sienta mejor. “Has llevado la sección a un nivel que no nos esperábamos ninguno del equipo. La pasión, la entrega, la libertad que tienes nos ha conquistado a todos. Hay mucha gente que solo se fija en lo que llevas por fuera, pero nos hemos dado cuenta que lo mejor de ti está dentro. Quiero que sepas que a mí me has robado el corazón y que te admiro mucho”, después de esto, Pilar ha abrazado muy emocionada a Pablo y ha prometido regresar cuanto antes a su puesto en el programa. “Vengo en nada. Lo tengo y vuelvo”. ¡Que sea una horita corta, Pilar!