Albert Solà Jiménez ha fallecido a los 66 años de manera repentina. Tal y como han desvelado fuentes policiales a El País, el que decía ser hijo ilegítimo del rey Juan Carlos se encontraba en un bar próximo a su casa acompañado de un amigo cuando se desvaneció de un momento a otro. Ni los intentos de reanimación de su amigo ni los servicios médicos pudieron hacer nada por salvarle la vida. "Pidió una copa de vino, la cogió y cuando iba para la mesa donde estaba su compañero, se desplomó", cuenta una de las trabajadoras del bar Pa i Trago de La Bisbal del Empordà (Girona) donde ocurrió el triste desenlace.
El catalán trabajaba como camarero, y cada noche después de su jornada laboral se acercaba a este local. “Venía cansado”, asegura la empleada a dicha publicación.
Nos tenemos que remontar al año 2015 cuando Solà acudió a los tribunales para intentar demostrar que Juan Carlos I era su padre y él, por tanto, su primogénito y heredero al trono de España, una historia que daba la vuelta al mundo llegando a tener un hueco en el New york Times. Aunque hizo lo imposible por demostrar su verdad, el Supremo no aceptó a trámite la demanda porque consideró que ocultaba datos y no presentaba una prueba de ADN. Albert recurrió la decisión pero el Constitucional tampoco aceptó su recurso de amparo. En 2019 publicó su biografía bajo el título: 'El monarca de La Bisbal'.
Poco o nada se conoce de su vida personal, familia y amigos que hoy lloran su pérdida.
Su controvertido caso se abordará, tal y como estaba previsto antes de su inesperado fallecimiento, en el programa '¿Quién es mi padre?' que se estrenaba este sábado en Telecinco con la entrevista a Javier Santos, hijo no reconocido de Julio Iglesias.