Veía a María cuando trabajaba en ‘DEC’ [¿Dónde estás corazón?] y me producía una mezcla de rechazo y admiración que se convirtió en un sinsentido. Yo estaba en el más absoluto paro, –“Desaparecida”, como diría mi amigo Jorge Javier– y tenía un interés por seguirla que me alertaba. Jamás pensé que iba a conocerla, y mucho menos trabajar con ella. Pero la vida siempre me ha dado la mano para acompañarme a explorar. Y en uno de estos revolcones la tuve enfrente y no pasó mucho tiempo en tenerle cariño. Venía muy nerviosa a esta entrevista, y tal vez un poco cerrada al principio. Pero luego me dio lo mejor de sí misma y desgranó su vida personal y profesional con la generosidad que me atrapa de ella. María tiene una vida llena de luces y callejones que la refugian en un punto ciego que cree que la aíslan. Cuando sale a pasear blandiendo la espada del miedo la reconozco mucho más.

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María Patiño

Tenía ganas de entrevistarte.
Esta tarde pensaba que has entrevistado a gente importantísima y que es un lujo estar aquí contigo por lo que representas y por lo que representa tu revista.

Has triunfado en la profesión. ¿Eres periodista vocacional?
No, no me gusta escribir pero siempre me vi como la justiciera de las causas pobres en clase, me gustaba la tele porque quería ser actriz y junté todos los elementos y dije: “Periodista”. Podía haber salido esto o vedette, que era lo que quería.

Podrás leer la entrevista completa y ver las fotos en exclusiva en la revista Lecturas