La repentina muerte de la enorme actriz Terele Pávez ha dejado consternados al mundo del cine y a su círculo de familiares y amigos. La intérprete fallecía este viernes en Madrid de un derrame cerebral a los 78 años. Su hijo Carolo, con gran entereza, pero destrozado por su pérdida ha compartido una serie de vídeos en sus redes sociales contando las emociones y sentimientos tan contradictorios que le está generando la pérdida de su madre.

Por un lado, bendecido por el amor infinito que recibió de ella y agradecido por las grandes y emocionantes muestras de cariño que han ido llegando que le tienen "desbordado" de amor. Por el otro, ha perdido de su lado a la persona "más asombrosa" que le "ha llenado de amor para diez vidas". "Me siento totalmente privilegiado de haber compartido 44 años de haber compartido su vida. No podría explicarla con detalles. Ella fue un caos capaz de generar un parque de atracciones. Es inexplicable. ¿De verdad he tenido esta madre? Me lo creo porque lo he vivido", ha dicho ante los medios a la entrada del tanatorio de San Isidro.

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Terele Pávez

Desde la intimidad de una habitación en penumbra que ocupa en estos momentos tan complicados en casa de un familiar, Carolo ha compartido todo lo que le ha removido por dentro este episodio tan doloroso como personal. El hijo de Terele ha hecho hincapié en que el mejor detalle que se puede tener con su madre "ahora que es infinita" es "ser felices con cada instante de vuestra vida. Con este dolor tan grande, ser feliz y disfrutar de tener esta vida que me dio ella para poder sentir estas cosas, para poder tener algo tan hondo".

Según Carolo, "su edad y su diabetes" tenían a Terele Pávez "últimamente flojita". Sin embargo, su adiós ha sido repentino e inesperado. "Fue una cosa muy rápida, yo estaba en mi cuarto y en un momento dado la vi caída del sofá. Empezaba a paralizarse y no era un resbalón normal. Hablaba raro, se le estaba paralizando la cara". Finalmente, cedía y "aceptó coger un taxi" que la llevó al Hospital de La Paz, donde falleció poco después debido al derrame cerebral.

El actor ha recordado una luminosa anécdota, a pesar del drama personal que estaba viviendo. "Lo mejor que puedo contar ahora mismo es que, una vez en un momento muy, muy delicado para ella, no estaba nada bien, lo estábamos pasando muy mal, alguien le preguntó "¿cómo te encuentras ahora?", y ella me miró, la miró y dijo: "¿que cómo estoy? Fíjate si estoy bien que tengo sentimientos". Por apenado que uno esté, es maravilloso poder sentir. Sed felices. Sonreídla. Sonreíros. A mí me vais a tener por aquí un rato más. Nos vemos por la vida. Gracias de corazón". Y es que así era Terele para su hijo: luz y "sentimientos" en medio de las sombras.