Kiko Rivera no remonta y sufre un nuevo revés de salud: tiene fascitis plantar

Un nuevo y agudo dolor ha puesto la vida de Kiko Rivera (38 años) en pausa de nuevo. El hijo de Isabel Pantoja, que se recupera muy favorablemente del ictus que sufrió, ha vuelto a padecer un revés de salud. El joven no puede moverse debido a una fascitis plantar, una inflamación del tejido grueso de la planta del pie. Muy afectado, Rivera ha querido contar que ya está en tratamiento y que va haciendo su efecto pero que el dolor que siente le impide hacer una vida normal.

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Kiko Rivera e Irene Rosales, entre bromas, superan juntos el delicado bache de salud del Dj

“A Irene Rosales le preocupa que Kiko vuelva a llevar una vida descontrolada”. Desde ‘El programa de AR’ informaban que Kiko Rivera había acudido a una cena de Navidad con amigos este paso fin de semana. Una celebración que se había alargado más de la cuenta y que había terminado con el propio Kiko con un intenso dolor en el pie. “Ha vuelto a tener el pie hinchado”, explicaba Pepe del Real. “A Irene le preocupa hasta tal punto que lo del pie le ha hecho cero gracia”.

Poco antes era el propio Kiko quien desvelaba, a través de sus redes sociales, que se encontraba postrado en el sofá de su casa debido a esta inflamación. El DJ sufre una fascitis plantar y esto impide que pueda caminar. Eso sí, ya se encuentra en buenas manos y se ha puesto la preceptiva plantilla para que vaya haciendo su efecto. Roto de dolor, Kiko ya no sabe ni cómo ponerse ni qué hacer. Los días, en esta situación, se hacen largos.

Kiko Rivera padece una fascitis plantar que le impide caminar con normalidad

La salud de Kiko Rivera

No era la primera vez que la salud le jugaba una mala pasada a Kiko Rivera pero sí la más importante. El pasado mes de octubre, el hijo de Isabel Pantoja debía acudir de urgencia al Hospital Virgen del Rocío en Sevilla por un principio de ictus. La preocupación crecía en el entorno del DJ durante las horas siguientes al ingreso. Por suerte, Kiko lograba recuperarse con fuerza y optimismo y era dado de alta tan solo cuatro días después. “De momento, ha dejado de fumar y ha vuelto al gimnasio”, apuntaba Del Real esta misma mañana.

Kiko ha abrazado la vida sana. El hijo de Isabel Pantoja se ha puesto en serio con la alimentación y el ejercicio, dos pilar claves en la vida de cualquier persona pero, sobre todo, muy necesarias para su completa recuperación. A su lado, siempre, su mujer Irene Rosales. Es ella quien comparte los días con el DJ y quien le ayuda y apoya en todo. Un nuevo Kiko para empezar este próximo año 2023.

Distanciado de su madre, Isabel Pantoja

Cuando todo parecía que iba a ir mejor entre madre e hijo, el ictus que padecía Kiko lo volvía a complicar. Lejos de acercar posturas, quedaba de manifiesto la tensión que todavía existe entre ellos. Isabel Pantoja no lograba ver a su hijo ni durante el ingreso ni después. Un malestar que transmitía su hija Isa, con quién la tonadillera sí mantiene una relación cercana y más fluida. Rivera se cerraba en banda y limitaba su vida social a su círculo más cercano, donde no figuran su madre y su hermana.

Tampoco en este nuevo revés de salud se espera que Isabel Pantoja dé alguna muestra de acercamiento con su hijo. Desde que saltase el escándalo de la herencia envenenada, tonadillera y DJ han roto relaciones. Solo hemos podido ver pequeños gestos por parte de ambos -Isabel volvía a acordarse de su hijo con motivo del aniversario de Paquirri-, pero poco más. La paz en Cantora no parece que vaya a llegar con las Navidades.