Por SÍLVIA QUIROGA
“Como siempre”, dice Genoveva Casanova cuando se le pregunta cómo van las cosas con su ex, Cayetano Martínez de Irujo. ¿Bien? ¿Mal? No lo deja claro. “No me gusta hablar de mi vida personal”, ha añadido la mexicana durante el desfile de la firma de moda Naulover en la pasarela internacional 080 Barcelona Fashion. Pero esta vez no ha tenido más remedio que hacerlo. Y es que Genoveva aparecía por primera vez en público tras la publicación de una información en la que se aseguraba que entre ella y Cayetano ha estallado una guerra, no solo por la custodia compartida de sus hijos, sino también por la pensión de divorcio.
“Es bastante evidente que todo lo que se ha publicado son mentiras. Falsedades”, explicaba Genoveva refiriéndose a la información que asegura que Cayetano, –a raíz de haber reducido sus ingresos tras dejar de administrar las fincas familiares y los temas agrícolas que concernían a la casa de Alba– le ha pedido modificar las condiciones económicas que acordaron tras su divorcio. Unas condiciones, en las que, según la publicación, se establece que el menor de los hijos varones de la desaparecida duquesa de Alba, debe pasar a Genoveva 8.400 euros al mes en concepto de pensión alimenticia por sus dos hijos, Luis y Amina (13) y pagar el alquiler de la casa en la que reside Genoveva, que ascendería a un total de 3.000 euros. Dos cantidades fijas mensuales a las que se ha de sumar los 40.000 euros anuales que cuesta el internado inglés en el que estudian los pequeños, y que también paga Cayetano.
“Muchísimos datos que se han publicado no son reales”, asegura Genoveva, que ha querido dejar claro que las cosas, por el momento siguen como siempre. “Existe solo una verdad y esa verdad está reflejada en una sentencia que dictaminó una jueza pensando solo en el bienestar de dos niños, ni en el bienestar de su padre ni el de su madre, solo en el de los niños”, ha dicho la mexicana, haciendo referencia al acuerdo de divorcio al que la pareja llegó en 2007. Todo sigue igual. O al menos, Genoveva asegura que nadie le ha comunicado oficialmente que se tenga que plantear un cambio ‘económico’ en su vida. “Hasta el momento no ha habido ninguna notificación del juzgado sobre nada al respecto y las conversaciones personales son personales”, ha dicho la mexicana, que –de nuevo volviendo a su ‘pacto de silencio’– aseguraba que ella no comenta conversaciones personales.
Quizás por eso, Genoveva, algo incómoda, tampoco ha querido confirmar ni desmentir los rumores que apuntan a que ella y José María Michavila estarían pensando en boda. Ni una palabra, ni de boda ni de Michavila. Solo una pregunta –la de qué les diría a los que la tachan de cazafortunas– ha hecho que Genoveva se relajase y se dejara llevar. “Estaría bien que me pasasen el número de cuenta donde ha ido a parar todo ese dinero. Que no me vendría nada mal, la verdad”, ha bromeado.