Es un referente de la interpretación latinoamericana de los últimos 50 años con títulos tan emblemáticos, a sus casi 81 años, como 'Un lugar en el mundo', 'Cronos', 'Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto', 'Martín (Hache)', 'El espinazo del diablo' o 'El laberinto del fauno'. Sin embargo, Federico Luppi está pasando por algo más que un bache profesional. De compaginar tele, cine y teatro, en los últimos 6 años apenas ha hecho cuatro películas y un similar número de apariciones en series de televisión, y como actor de reparto. Este año le veíamos junto a Clara Lago y Leonardo Sbaraglia en 'Al final del túnel'. Sabíamos que había estado concentrado en el mercado de ficción de su país, con series como 'En terapia' y 'Condicionados'. Sus espaciadas apariciones podían responder a que se encontraba escogiendo mejor sus papeles, pero no a una crisis profesional y "conceptual angustiosa", como ha confesado recientemente.

Artículo recomendado

Ana Belén, una Goya de Honor que pide que la recuperen en el cine

Ana Belén recibirá el Goya de Honor

"Por primera vez en mi vida me angustio cuando llego a fin de mes. Siempre he estado estirando de la cuerda y ahora no sé qué va a pasar mañana", ha revelado Luppi. Para el actor solo hay un culpable por la que está pasando: las decisiones del Ejecutivo liderado por el presidente, Mauricio Macri, que han incidido negativamente en la economía de la mayoría de los argentinos. En su caso, son tantos los impuestos a los que tiene que hacer frente el actor que no puede permitirse ni siquiera "tomarse un vermú, ir al cine o salir a cenar". "Atracciones mínimas de un pequeño burgués", ha declarado.

Esta situación ha llevado a Federico Luppi a estar "decepcionado, amargado, tristón, solitario". No es la primera vez que se denuncian las difíciles y precarias circunstancias en las que viven los actores. Lejos de ese lujo que nos venden en las presentaciones de películas, en las galas de premios, etc., lo cierto es que un poco porcentaje de los actores en activo pueden vivir de su trabajo y con los cánones culturales sus sueldos se han visto reducidos. Por no hablar del tiempo que puede transcurrir entre proyecto y proyecto.