El pasado miércoles nos encontramos con la noticia de que Silvia Bronchalo se encontraba viajando a Tailandia para poder reencontrarse con su hijo Daniel Sancho (29 años). Además, en la mañana de este jueves, hora española, ya ha sido vista entrando en la prisión de Koh Samui donde se encuentra preso su hijo. Con esta noticia el dilema que se le presenta a Rodolfo Sancho es importante, ya que tendrá que decidir si continua los pasos de su exmujer o si, por el contrario, decide seguir refugiado en Fuerteventura.
Las opciones que tiene el actor son muy claras. Por un lado, podría haber cogido un avión e incluso haber viajado con la madre de su hijo para mostrarle a Daniel todo su apoyo y unión en estos duros momentos, ya que la relación entre los padres del asesino confeso de Edwin Arrieta (44 años) es bastante buena y se encuentran en constante comunicación para buscar el beneficio de su hijo e intentar conseguir su regreso a España a la mayor brevedad posible.
Sin embargo, esto no ha sucedido y Silvia ha viajado en solitario para reunirse con su hijo, una vez que ha concluido con el período de aislamiento de diez días por protocolo covid con el que cuenta la prisión del país asiático. Por otro lado, hemos podido saber que Rodolfo se encuentra refugiado en su vivienda de la isla canaria de Fuerteventura, donde ha sido visto en exclusiva por la revista Lecturas. Allí estaría buscando su tranquilidad junto a su actual pareja, Xenia Tostado, y su hija.
Además, la portavoz de la familia Carmen Balfagón se encargó de hacer públicos los sentimientos que afloraban sobre el actor. “Tiene que rearmarse psicológicamente”, expresaba Carmen. De este modo, confirmaba que el conocimiento de la petición de pena de muerte por parte de la policía tailandesa para su hijo había significado un jarro de agua fría del que tenían que tratar de recuperarse todos sus familiares.
Silvia Bronchalo, de visita en la prisión de Koh Samui
La madre del acusado ha roto con su propia norma de mantenerse alejada del foco mediático. Pero en este caso el motivo está más que justificado para ella, puesto que su hijo está por encima de todo. Por ello, es por lo que ha decidido realizar un viaje de más de 24 horas para poder saber de primera mano cómo se encuentra Daniel, tanto física como psicológicamente, coincidiendo con el fin del aislamiento que tenía que cumplir por el estricto protocolo covid con que cuenta la penitenciaría tailandesa.
Silvia hacía su aparición en la cárcel asiática con una intérprete para ayudarle con las traducciones y pasos a seguir. Además, lo hacía visiblemente afectada, cubierta con unas enormes gafas de sol para evitar exponerse demasiado a la prensa que se encuentra en las puertas de la prisión. Sin embargo, Bronchalo se encontraba con una grata sorpresa y es que la prensa había acordado de antemano respetar su intimidad y no le han realizado preguntas ni a la entrada ni a la salida de la visita a su hijo.
Una vez que se bajaba del taxi, la que fuera actriz se dirigía al interior de las instalaciones de Koh Samui, donde permanecía alrededor de hora y media. Debido a la relevancia del caso de Daniel Sancho tanto en Tailandia como fuera de sus fronteras, los funcionarios hacían una pequeña excepción con la madre del acusado. Silvia no ha pasado por la sala de espera a la que acostumbrar a esperar el resto de visitantes, ya que ha entrado directamente a los interiores del centro penitenciario en el que se encuentra su hijo desde hace diez días.
Los detalles del encuentro de Silvia Bronchalo y Daniel Sancho
Debido al pacto mencionado con anterioridad han sido pocos los detalles que han trascendido sobre lo que ha tenido lugar en el interior de la cárcel tailandesa. Sin embargo, además de la excepción de no tener que hacer la espera en el interior de la prisión, se ha podido conocer la duración que ha tenido el citado encuentro. Ha sido prácticamente hora y media de reloj, teniendo en cuenta todos los trámites burocráticos a los que Silvia habrás tenido que hacer frente junto a su intérprete.
Lo habitual en estos casos es que las visitas duren alrededor de 20 minutos. Sin embargo, si las visitas se realizan en compañía de miembros de la Embajada se pueden alargar hasta la hora de duración. De este modo ha podido contar con mayor duración para poder expresarle a su hijo su máximo apoyo y demostrarle que no está solo. Se desconoce si la madre del acusado permanecerá en el país de Asia hasta que se celebre el juicio o si acudirá más días de visita. En caso de ser así, podrá acudir a la prisión de manera diaria en horario de 8 a 14 horas.