Se le acaba la baja: Amalia de Holanda, visiblemente disgustada y con el brazo vendado, reaparece tras su peligroso accidente a caballo

La princesa de los Países Bajos, con la extremidad en cabestrillo, retoma su agenda oficial

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Los vendajes le empiezan debajo del hombro y continúan hasta bien adentrada la mano; dejando únicamente libres los cinco dedos de la misma. Amalia de Holanda está inmovilizada. Y lleva estándolo desde hace más de una semana cuando, en mientras practicaba hípica, uno de sus deportes favoritos, el caballo la tiró de su grupa. Que tenga el brazo en cabestrillo es la menor consecuencia de lo que este accidente le podría haber supuesto a la heredera al trono de los Países Bajos. 

amalia de holanda
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 Hace solo una semana, la noticia preocupaba a todos. La hija mayor de los reyes Guillermo y Máxima sufría un aparatoso accidente que le obligaba a estar hospitalizada durante tres días. 

En este tiempo en el que la heredera estuvo encamada, la preocupación por su estado de salud fue absoluta. Las caídas del caballo pueden resultar muy peligrosas y tener como resultado unas consecuencias nefastas. No obstante, no son pocas las personas las que han fallecido a consecuencia de esto o que han acabado sus días en una silla ruedas. Dentro de lo que cabe, Amalia ha sido una afortunada. 

amalia de holanda
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amalia
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Pero, tener uno de los mejores pronósticos respecto a un accidente de estas características no impidió que Máxima viviera momentos de angustia total por su primogénita. Tanto fue así, que hasta llegó a cancelar su agenda para volcarse en los cuidados de la joven y, en el par que sí que mantuvo, la reina no fue capaz de disimular su preocupación, mostrándose mucho más serie de lo que nos tiene acostumbrados. 

Ocho días después del accidente, Amalia tranquiliza a todos. La veinteañera ha reaparecido en un acto junto a su padre, sonriente y centrada en su misión de ser la mejor imagen posible para Países Bajos. 

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Para la ocasión, la princesa ha lucido un vestido de gasa rojo, con estampado floral y de lo más fluido. El material de la pieza nos ha dejado adivinar el intrincado vendaje que, desde hace más de una semana, le acompaña. En esta ocasión, la homóloga a Leonor ha querido rendir homenaje a su querida madre apostando por dos complementos típicos del armario de Máxima de Holanda: los tocados y los guantes.

Amalia se ha decantado por una pieza para la cabeza con sinuosas ondas y realizada en rafia, un material perfecto para la primavera y el verano. Quizás, lo que más desentonaba dada la época del año en la que nos encontramos, han sido los guantes de piel que sostenía en su mano ‘sana’. Una creación en granate, que, además de no pegar a mediados del mes de junio, tampoco tienen utilidad alguna dado que no se los puede tener con brazo en cabestrillo.