El romance norteamericano de Felipe de Borbón y Gigi Howard que acabó con la intervención del FBI

En la Semana Santa de 1993, unas fotografías de la pareja en la caribeña isla de St. Martin en actitud cariñosa levantaron un enorme revuelo en España

Montse Jolis

Periodista especializada en corazón y sociedad

Actualizado a 30 de marzo de 2024, 08:00

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Tras su mediática y dolorosa ruptura con Isabel Sartorius, el corazón del príncipe Felipe volvía a latir con fuerza. Ella se fue a vivir a Londres y Felipe decidió viajar a Washington y realizar un máster en Relaciones Internacionales en la universidad de Georgetown. En la capital estadounidense, el  heredero de Juan Carlos compartió piso de estudiantes con su primo, el príncipe Pablo de Grecia, primogénito del fallecido Constantino.

Pablo estaba en aquella época empezando su noviazgo con Marie-Chantal Miller y Felipe fue testigo de ese amor desde el primer momento. Seguramente por este motivo, Marie-Chantal decidió presentarle a una de sus mejores amigas, Giselle Howard, a la que todos hemos conocido por su diminutivo, Gigi.

Felipe cayó rendido ante los encantos de Gigi

Felipe de Borbón acababa de cortar con Isabel Sartorius cuando conoció a Gigi.

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Gigi siempre tuvo un físico espectacular. De hecho, una importante agencia de modelos la fichó cuando tenía solo 14 años. Gigi había nacido en 1972 en Statesboro, en el estado de Georgia, pero muy pronto se instaló en Nueva York, donde conoció a Marie-Chantal. Además de modelo, Gigi estudió Ciencias Políticas y siempre se mostró muy involucrada en temas relacionados con la infancia más desprotegida.

Era el año 1993, él tenía 25 años y ella, 21. Llegó la Semana Santa y lo normal es que Felipe hubiera regresado a España, concretamente a Mallorca, para estar con la familia y pasar unos días de vacaciones. Pero lo cierto es que el entonces príncipe estaba feliz en Estados Unidos, allí podía vivir con cierta libertad, no le perseguían los fotógrafos ni lo reconocían por la calle, así que, por primera vez en su vida, estaba experimentando lo que era llevar una vida normal.

Primeras fotos juntos

Además, existía otro motivo y no menos importante. Cuando Felipe conoció a Gigi se quedó prendado de ella y la invitó a pasar esas vacaciones de Semana Santa en la isla de St. Martin, en el Caribe. Allí los sorprendió un paparazzi español, Hugo Arriazu, que los fotografió en actitud cariñosa en aquellas paradisíacas playas.

Gigi trabajaba como modelo y el príncipe se enamoró profundamente de ella.

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Nada se sabía entonces de quién era aquella misteriosa desconocida, pero la noticia corrió como la pólvora en España. El príncipe, enamorado de nuevo. La vida sentimental del heredero era algo prioritario, ya que la mujer que eligiera estaría llamada a ser la futura reina de España.

Tras el fracaso de su romance con Isabel Sartorius, estaba claro que para Felipe no iba a ser fácil encontrar una mujer que le gustara a sus padres, a los españoles y al parlamento, ya que su boda era una cuestión de Estado y tenía que ser aprobada por las Cortes. Ah, y que también le gustara a él, por supuesto.

Gigi era amiga íntima de Marie-Chantal Miller, actual esposa de Pablo de Grecia.

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El FBI detuvo al paparazzi

El reportero Hugo Arriazu siguió a la pareja tras sus románticas vacaciones caribeñas y ese seguimiento lo llevó a Nueva York. Arriazu contrató un detective para que averiguara quién era la joven en cuestión y el detective decidió pinchar el teléfono de la joven.

Gracias a esas escuchas, se conoció el nombre de la joven, Gigi Howard, y Hugo Arriazu llegó a entrevistarse con ella. "Me dijo que era demasiado pronto para pensar en ser reina de España, pero que tampoco le importaría. Era un bombazo", declaró Arriazu. Pero el paparazzi pagó un alto precio. Un día que se dirigía a la vivienda de la joven, un coche lo interceptó. Del vehículo salieron dos agentes del FBI que lo detuvieron por escuchas ilegales. Arriazu fue condenado a seis meses de cárcel.

Gigi fue llamada a declarar en el juicio en el que tuvo que afirmar que no era la novia del príncipe Felipe. Según Arriazu, Gigi sabía que él era inocente y no quería que lo condenaran. Finalmente, gracias a la presión ejercida por el ministerio de Asuntos Exteriores y la Asociación de la Prensa de Madrid, Hugo Arriazu recuperó la libertad a los dos meses y medio de ingresar en prisión, eso sí, con la prohibición absoluta de volver a acercarse a cualquier miembro de la familia real.

Su romance fue breve, pero intenso.

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El fin de la relación

Antes de que sucediera ese episodio de película, Felipe y Gigi se dejaban ver por Manhattan. También compartían escapadas a alguna estación de esquí e, incluso, viajaron juntos a Madrid. Gigi llegó a fantasear con convertirse en reina de España, pero el turbio asunto con el paparazzi lo frustró todo y la relación acabó.

Pese a todo, Gigi adora España. El periodista Martin Bianchi la entrevistó el 2017 para Vanity Fair. "Sigo amando vuestro país. Tengo amigos en Madrid desde hace 20 años y voy a visitarlos", declaró.

 

Madre soltera de un niño de nueve años

Felipe residió en Washington entre 1993 y 1995.

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Actualmente, Gigi Howard es relaciones públicas y empresaria. Es madre soltera de un niño de nueve años. "Tenía 42 años, no estaba casada, no tenía novio y quería ser madre. Así que con el apoyo de mi familia busqué un donante anónimo y tuve un hijo llamado Southworth", explicó a Vanity Fair. Gigi vive volcada en su hijo. "Lo visto todas las mañanas, lo llevo y lo recojo del colegio, voy a sus actos, lo acompaño a sus actividades extracurriculares y lo duermo todas las noches", añadió.

Su otro 'bebé' es la marca SiO Skin Pad que presentó en 2017 y que es un producto de belleza en forma de parche que se coloca en la piel para eliminar las arrugas del escote. "Era un problema que yo sufría en carne propia. Con 30 años ya utilizaba bufandas y cuellos altos para ocultar las arrugas, incluso en verano".

 

 

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