El rey Juan Carlos, visiblemente desmejorado y casi sin movilidad, esquiva las cámaras tras las memorias de Bárbara Rey

El rey Juan Carlos ha vuelto a pisar España poco tiempo después de su plantón a Miguel Ángel Revilla en el acto de conciliación en Santander

Rey Juan Carlos
GTRES

No puede ni andar. El rey Juan Carlos tiene que ser ayudado por dos personas a su llegada a Vigo. El monarca vuelve a España después del plantón a Miguel Ángel Revilla en su acto de conciliación. A pesar de estar, en aquel momento, a pocos kilómetros de Santander, prefirió evitar un cara a cara que no era legalmente obligatorio. Juan Carlos optó por seguir la actualidad desde la distancia.

Este lunes, el rey emérito ha regresado a España. Lo ha hecho visiblemente desmejorado. Con gesto serio y sin querer atender a las cámaras -como viene siendo habitual-, el padre de Felipe VI permanece impasible ante la actualidad. Ni la ofensiva judicial contra el expresidente de Cantabria ni la demanda que ha interpuesto fuera de España contra Corinna Larsen parece que sean motivo suficiente para que se pronuncie.

Rey Juan Carlos
GTRES

Tampoco las memorias de Barbara Rey lo han logrado. El emérito regresa a España justo después de que la vedette haya sacado al mercado sus vivencias. Una historia completa y contada en primera persona donde desgrana muchos de los episodios vividos con el rey Juan Carlos en la intimidad. ¿Se pronunciará en algún momento contra la que fue su amiga entrañable?

Muy desmejorado

Cada vez que el rey Juan Carlos regresa a España puede observarse las dificultades de movilidad que padece. Aunque en público se niega a utilizar una silla de ruedas y prefiere asistirse de un bastón, necesita de varias personas que le ayuden. El emérito, con todo, no para. No solo viaja a nuestro país. Es de todos conocido que suele trasladarse con asiduidad desde Abu Dabi hasta Suiza, donde permanece gran parte del año. Una vida llena de viajes para alguien que ya cumplido los 87 años.

Rey Juan Carlos
GTRES

El emérito se perdía en esta ocasión el 60 cumpleaños de su hija Cristina. Sí estuvo cuando la infanta Elena cambió de década. El rey Juan Carlos acompañaba a casi toda su familia en aquella ocasión. No ha podido repetir lo mismo con Cristina pues su viaje no estaba programado hasta este lunes. Son pocos los momentos que parece que el que fuera jefe de Estado pasa en Emiratos Árabes. Con total tranquilidad, Juan Carlos llega a Galicia para permanecer unos días.

A pesar de la distancia emocional que mantiene con los que, en su momento, fueron sus grandes amigos, Juan Carlos ha encontrado en su pandilla de Sanxenxo a su núcleo fuerte. Compañeros de regatas que le abren las puertas de su casa cada vez que quiere volver a España. Lejos quedan los momentos en los que el exjefe de Estado se codeaba con empresarios y personalidades. Ahora permanece aislado en Galicia.

En su último viaje tan solo su hija Elena y su hermana Margarita viajaron hasta Sanxenxo para pasar unas horas con él. Ni rastro del resto de miembros de la Familia Real como suele ser ya habitual.

En el punto de mira

Las recientes memorias de Bárbara Rey han hecho que Juan Carlos vuelva a estar en boca de todos. Aunque, tal y como se ha publicado, no es que la vedette cuente muchos más episodios de los que ya se tenía conocimiento, sí lo hace con mayor intimidad. Bárbara confiesa no tener miedo a demandas por parte del emérito ya que nunca habla mal de él. "Él tiene más que perder que yo. Igual que ha ocurrido con la demanda de Revilla, que lo único que ha hecho ha sido remover cosas del pasado que todos sabemos de él", explicaba en la presentación.

"Eso ha repercutido en su contra de y a favor de Revilla, y creo que en mi caso podría pasar lo mismo. Él era un hombre casado y con un compromiso con el país, y yo era soltera", apuntaba. "No creo que a mucha gente le sentara bien que demandara a una mujer que estaba tan tranquila en su casa hasta que él llegó a mi vida". Bárbara explica que no tiene ninguna conversación pendiente con el rey Juan Carlos después de todo este tiempo. Su historia está más que terminada.