La reina Sofía no deja sola a su hermana Irene de Grecia en plena lucha contra el mal del olvido

La reina Sofía ha acudido, una edición más, a los premios de pintura que organiza la firma automovilístiva BMW. Esta vez, ha ido acompañada de su hermana Irene

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

reina Sofía e Irene de Grecia
GTRES

La reina Sofía (84 años) sigue marcando en su calendario los Premios BMW de pintura. Esta cita forma parte de su agenda desde hace ya 38 años; es decir, acude a estos galardones desde antes de que fuera titular consorte. En esta ocasión, ha ido acompañada de Irene de Grecia. No quiere dejar sola a su hermana Irene de Grecia (81 años) en plena lucha contra el 'mal del olvido'. A la princesa griega "se le están borrando los recuerdos" y eso ha propiciado que su hermana mayor esté aún más pendiente de ella.

Pese a su estado de salud, la también hermana del fallecido Constantino de Grecia no ha querido faltar a la cita. La recaudación de esta gala musical y pictórica tiene como fin la fundación Mundo Armonía, presidida por la propia Irene de Grecia. En esta ocasión, las ganancias han estado dirigidas al 100% a los damnificados del terremoto de Marruecos. El hilo conductor de la gala ha sido el principio de Pascal, basado en el equilibrio de las fuerzas. Ha sido explicado por la actriz Maribel Verdú durante el evento. 

Se trata de una edición que ha batido récords con casi 1.500 candidaturas recibidas, 1.253 candidaturas registradas en la categoría de Pintura y 225 en Arte Digital, según informa la Casa Real. "Estos premios están considerados como uno de los certámenes más prestigiosos de España en materia de arte y cultura”, ha dicho Manuel Terroba, presidente del Grupo BMW España y Portugal, tal y como recoge 'Vanitatis'. 

reina Sofía e Irene de Grecia
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Doña Sofía reaparecía radiante con un traje de dos piezas azul eléctrico con los detalles en negro. A su llegada ha sentido el apoyo de todos aquellos que se encontraban en las inmediaciones del Teatro Real. Una vez dentro del recinto, ha sido recibida por los asistentes en pie y con un fuerte aplauso. El evento ha estado amenizado con las voces de Carlos del Amor y Ruth Lorenzo y organizado por Pilar García de la Puebla, quien ha sido elegida este año como la mejor directora de comunicación de BMW.

Además, la reina Sofía ha podido reencontrarse con uno de los pintores que más admira. Entre los miembros del jurado de estos premios de pintura se encontraba Antonio López. No se veían desde hacía ya diez años, cuando el artista presentó el cuadro 'La familia de Juan Carlos I' en el Palacio Real de Madrid. Esta obra fue encargada por Patrimonio Nacional en 1993, pero no se finalizó hasta noviembre de 2014. Junto a López, estaban como parte del jurado Miguel Zugaza, director del Museo Bellas Artes de Bilbao; Patrizia Sandretto, Guillermo Solana y Lucía Casani.

La lista de invitados también ha estado a la altura del evento. Se han podido ver a rostros tan conocidos como Ainhoa Arteta, Naty Abascal, Anne Igartiburu, la princesa Beatriz de Orleans, Mariló Montero, Candela Serrat, Cruz Sánchez de Lara o Pedro J. Ramírez.

Esta aparición junto a su hermana Irene ha vuelto a poner de manifiesto la faceta más humana de doña Sofía. Está atravesando el que probablemente sea su año más duro y eso se dejó ver hace apenas unas semanas atrás. Muestra de ello es la emoción que expresó en un acto que presidió en la Universidad Camilo José Cela. No pudo contener las lágrimas en el acto en el que homenajeaban a su amigo Emilio Lora-Tamayo, que acababa de ser nombrado rector en tal centro.

El año más duro de doña Sofía

La reina Sofía sabe lo que es estar vinculada al revuelo social y político. Cuando solo tenía dos años, tuvo que abandonar Grecia. Ella y su familia huyeron. Primero a Alejandría. Más tarde, a Ciudad del Cabo. Estos años tan abruptos hicieron que ella y sus hermanos, Irene y Constantino de Grecia, generaran un vínculo irrompible que han mantenido intacto. Tras su itinerancia, regresaron a Grecia y se instalaron en el Palacio Tatoi, la residencia privada de la familia real griega.

Ya ha pasado mucho tiempo de esa juventud calmada y feliz, pero ellos han mantenido sus roles de confidentes hasta el último momento. El pasado 10 de enero de 2023, Constantino de Grecia fallecía a los 82 años por complicaciones derivadas del derrame cerebral qeu sufrió días antes. Su pérdida provocó la tristeza de a su mujer, Ana María de Dinamarca, y sus cinco hijos, pero también la de la reina Sofía. Ella siempre estuvo pendiente de su hermano a pesar de la distancia con constantes llamadas telefónicas y recurrentes viajes a Grecia para estar con él. 

Reina Sofía, Irene y Constantino
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La salud de Irene de Grecia también ha mermado en los últimos meses. La pequeña de los hermanos ha sido uno de los principales apoyos de Sofía en España. Tras el fallecimiento de la reina Federica de Grecia, se trasladó a Zarzuela y no se ha separado de ella desde entonces. Sofía siempre ha cuidado de ella, pero estas atenciones se han incrementado en los últimos meses. "Se le están borrando los recuerdos". Según informaba Lecturas en primicia, lo que ha provocado que se desdibujen los recuerdos es todo aquello que vivió en su infancia y en su juventud. Su perdida de memoria no solo afectaría a esos momentos más lejanos, sino que los rostros de sus seres queridos empezarían a ser confusos y poco claros.

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