Cristina de Borbón (59 años) ha pasado por muchas cosas a lo largo de su vida. Y es que nacer siendo hija del rey de España, y después hermana, conlleva muchas responsabilidades. A punto de cumplir sesenta, lo que más marcado a la Infanta sin duda ha sido que saliera a la luz el caso Noós, una trama de desvío de fondos públicos por la que su por entonces marido Iñaki Urdangarin acabó en la cárcel.
Madre de cuatro hijos (Pablo, Miguel, Juan e Irene), Cristina siempre ha sido muy discreta y ha querido pasar desapercibida. Sabía en el seno de qué familia había nacido, pero ha tenido necesidad de llevar una vida normal (en la medida de lo posible) en medio de la educación que le dieron en la Corona, preparada por supuesto para ser una digna representante hasta que su hermano Felipe decidiera que ya no formaban parte de la Casa Real.
Lo que nunca hubiera esperado es que fuera ella la única persona perteneciente a la Familia Real que se sentara en el banquillo de los acusados por culpa de su exmarido. Sin duda un momento que avergonzó a la institución. Y aunque ella siempre fue fiel y estuvo al lado de Iñaki Urdangarín, él le pagó con diferente moneda y acabó engañándola con Ainhoa Armentia.
Algunas personas de su círculo cercano creen que fue una cabeza de turco para perjudicar a la monarquía y muchos de ellos no entienden cómo su imagen no ha mejorado después de que fuera absuelta. "Hubo un doble rasero con la infanta. Cualquier otra mujer en su misma situación no hubiera pasado jamás por un juzgado de lo penal por la Audiencia Provincial. Nunca. De hecho lo comprobé porque miré miles de denuncias similares y las archivaron todas. Aquello fue un juicio sobre ética y moral de una persona determinada y no un juicio sobre hechos, de ahí mi cabreo", explica Pedro Horrach, uno de sus firmes defensores, a 'Vanity Fair'.
"Quien acusó a la infanta fue Manos Limpias y quiero recordar que el sindicato fue condenado en costas por mantener una acusación temeraria contra la ella", ha recordado sobre el juicio de Cristina, a la que "ni dios la conocía, salvo uno que una vez la vio pasarse por allí para recoger a su marido e irse juntos a un evento deportivo", dice el fiscal, quien siempre estuvo convencido de la inocencia de la Infanta.

Infanta Cristina se llevó una gran decepción con Iñaki Urdangarin.
Gtres
"No hubo presunción de inocencia porque había un objetivo, que era erosionar a la Casa del Rey. Sería justo hacer una restitución social empezando por las instituciones que fueron absolutamente agresivas con la Corona y con la infanta, porque tras su absolución nadie pidió disculpas ni hizo una segunda lectura", ha añadido un dirigente institucional que prefiere no dar su nombre en el citado medio. Y es que según él lo que se pretendía era dañar la imagen de su familia.
Pero lo peor estaba por llegar. El golpe definitivo de Cristina fue descubrir, seguramente a través de unas fotos que publicamos en la revista Lecturas, que su marido le estaba siendo infiel. "Se lo jugó todo a una carta. Ella estaba absolutamente enamorada de Iñaki. Decidió apostar por su matrimonio, lo cual es digno de admirar porque otros no lo hubieran hecho, por encima de la Corona y al final se quedó sola porque el amigo estaba haciendo otras cosas", ha dicho la misma fuente.
"Descubrir la infidelidad de su marido fue el gran shock, ella no sabía nada de aquello y, a pesar de que muchas personas desconfiábamos de él desde que se hicieron públicos algunos de sus emails en el caso Nóos, aquello fue un golpe fortísimo del que le ha costado reponerse. Sufrió mucho porque plantó cara a su familia por Iñaki y le había defendió a capa y espada", ha recordado Carmen Enríquez. Eso sí, por suerte parece que la Infanta ya lo ha superado.
"Ya empieza a superar el divorcio, sus cuatro hijos la han arropado muchísimo, sus padres también y yo la veo muy recuperada. Ha perdonado a su exmarido y lo entiendo, además ella no es de esas mujeres que se separan con rencor", ha dicho un amigo muy cercano al citado medio, donde además han asegurado que "no está pensando en rehacer su vida" porque no necesita a nadie para seguir adelante (aunque no se cierra a nada si la vida le lleva por esos lares). "Yo la veo feliz, muy muy centrada en su trabajo y en sus hijos, sobre todo la veo ilusionada con el noviazgo de Pablo", ha añadido.