La infanta Sofía nació un 29 de abril, en la víspera de una luna llena y es Tauro, que curiosamente es el segundo signo del zodiaco. Como ella, que llegó al mundo para ser la perfecta compañera de vida de su hermana Leonor. La segunda hija de los por entonces Príncipes de Asturias ha crecido con mínimas distinciones respecto a su hermana mayor a pesar de que esta está llamada a reinar. La reina Letizia, sobre todo, ha querido que su hija pequeña no se sienta a la sombra de su hermana y su condición desde su nacimiento aunque esta siempre ha sido consciente de que está un paso por detrás. Así ha sido educada. Como todo niño o niña que nace después de un primogénito o primogénita la infanta Sofía se ha tenido que enfrentar al síndrome de la segundona, del segundo hijo o hija, y esto ha marcado su vida. En su caso con varias claves muy interesantes, que hemos querido analizar con una voz experta.
La psicóloga Alejandra Muñoz ha explicado a Lecturas.com en qué consiste el síndrome del segundón o segundona y más aún cómo puede influir en el carácter y la vida de la infanta Sofía, que hace unos días se convertía en noticia por el plantón de sus padres en un día muy especial para ella en Gales (donde está cursando sus estudios de bachillerato). "Realmente, en las familias cada uno de los miembros tiene un rol y normalmente el segundo hermano, el segundo niño o niña en la línea, viene a sacar al sistema de la zona de confort. Los primogénitos suelen ser personas responsables y ante la llegada de un hermano o hermana esto puede incrementarse, porque se hacen cargo de algunas cosas del nuevo miembros. El segundo suele estar en una posición más flexible", nos empieza explicando la psicóloga.
Alejandra Muñoz reflexiona sobre las comparaciones que "de forma inevitable" se puede hacer entre los hermanos y ha hecho hincapié en este caso en concreto. "Entre los hermanos tendemos a comparar y es humano hacerlo; no somos conscientes del impacto que puede tener aunque sea con la mejor intención y no por hacer un juicio", añade.
"En un caso de esta Familia Real que está en el punto de mira, en la prensa... La infanta Sofía puede sentir que ella es la sombra de la hermana, ella va a tomar las tareas que la hermana no pueda asumir y esto influye en cómo se forma esa imagen de sí misma, el autoconcepto, y por lo tanto la autoestima que se construye en base a lo que sabemos de nosotros mismos. Esto genera que la segunda hija tenga que buscar esa identidad propia, por eso los segundos hacen cosas más originales, se suelen salir de lo establecido", comparte la experta.
Precisamente, esta distinciones y tener claro las tareas de cada una desde pequeñas puede crear, según la psicóloga, "puentes de apoyo entre las hermanas". "Me da que el papel de Letizia es fundamental y que ha creado una red de apoyo más que una rivalidad entre las hermanas", cuenta.
Los hijos segundos viven más libres porque sus padres tienen menos miedos, tienen más experiencia, hay que repartir amor y obligaciones con respecto a las necesidades de cada hijo... En el caso de Sofía esto es mucho más llamativo y contundente, ya que ella además no tiene que hacer frente a todas las responsabilidades institucionales de su hermana mayor (aunque tenga su propia agenda como Infanta de España).
"Las expectativas y la libertad, esa es la clave. Si la mayor va a ser en la línea de sucesión la Reina de España las expectativas con ella son brutales y la hermana tiene que buscar su camino y lo que ella quiere en su vida, por eso dentro de las circunstancias va a tener una mayor libertad", termina Alejandra Muñoz en su charla con Lecturas.com.
Y todo ello con el ejemplo y el apoyo de una hermana mayor, con la que compartir secretos, vivencias, risas... Leonor está abriendo paso a su hermana en sus estudios, en la vida, en sus labores dentro de la Corona... Unidas, sus gestos de cariño hablan por sí solos, otro triunfo de los Reyes Felipe y Letizia por el presente y sobre todo el futuro de la monarquía española.