Así es la mansión de ensueño en la que vivió Audrey Hepburn en Los Ángeles: casi 3.000 metros cuadrados de terreno, paredes recubiertas de papel pintado de lujo y una suite de cuento de hadas

La propiedad que tenía Audrey Hepburn en Los Ángeles se encuentra ubicada en el número 685 de Elkins Road, en uno de los barrios más prestigiosos de Brentwood y junto a Brentwood Park. Esta imponente mansión tiene varias plantas, más de 566 metros cuadrados y está enclavada en un terreno de casi 2.900 metros cuadrados rodeado de muchísima vegetación. Cuenta también con 5 dormitorios, 6 cuartos de baño y unos espacios exteriores dignos de películas de Hollywood.

El comedor, a pesar de estar algo recargado, muestra una estética bastante cuidada y refinada. Sus paredes están cubiertas con papel pintado Gracie, un papel de marca de lujo que se pintaba a mano y que, en esta ocasión, es de color rojo intenso con motivos florales en blanco y verde. El comedor de la casa es muy luminoso gracias a la luz natural que entra por el gran ventanal.

En el centro, luce una mesa de comedor ovalada de caoba pulida sobre la que recae un impresionante farol de cristal. La mesa también está acompañada de varias sillas con respaldo clásico y tapicería clara. Para añadir un toque aristocrático, la mesa está decorada con varios elementos de plata, como bandejas y candelabros.

La cocina es una obra maestra decorativa. Además de ser muy funcional, su decoración, como en el resto de las estancias de la casa, ha sido muy cuidada, combinando el estilo cottage inglés con detalles modernos. Sus muebles son blancos de panelado vertical, tiene vitrinas acristaladas y un gran ventanal sobre el fregadero.

Además, cuenta con una enorme isla central con encimera en color gris y fuegos integrados, un gris que hace juego con los electrodomésticos que son de acero inoxidable. El suelo, de madera clara y en el techo una lámpara de araña hecha de hierro forjado. La cocina también cuenta con una aparador de madera y cuadros en colores vivos.

La mansión también tiene un espacio dedicado al disfrute, un minibar con una barra interior para preparar deliciosos cócteles. Su apariencia es de lo más juguetona: tiene tanto las paredes como el techo cubiertos en papel pintado con estampado geométrico en verde y blanco. A su vez, el suelo también continúa con este juego gráfico y también presenta cuadros grandes en esas mismas tonalidades.

En uno de los laterales, hay una encimera negra rodeada de muebles de almacenaje en color blanco y con un espejo que ocupa toda su pared trasera. Enfrente de estos muebles, hay colocada una mesa alta estilo barra con superficie de cristal, estructura de madera y patas de forja ornamentada. También hay taburetes transparentes de acrílico, creando un conjunto ecléctico donde se mezcla lo clásico y lo contemporáneo. En el techo cuelga una lámpara con pequeñas pantallas en rojo.

La suite principal, que imaginamos que sería el dormitorio de la actriz, irradia mucha paz y una elegancia muy palaciega. La pared del cabecero llama la atención por el arco que enmarca la zona de descanso. El cabecero, a su vez, está tapizado en tonos azulados con motivos botánicos y, en general, la paleta de colores que destaca en esta suite es neutra, con mucho blanco, beige y marrón.

Arriba de la cama también recae una lámpara de cristal de estilo araña y a los dos lados de la cama encontramos dos mesillas lacadas en negro con motivos orientales y detalles en dorado. A los pies de la cama, hay un sofá tapizado a cuadros en tonos suaves y en uno de los laterales hay dos puertas francesas en color blanco que abren paso a un balcón por el que entra la luz natural al espacio.

A este casoplón no le faltan espacios exteriores, como este porche tipo lanai, con paredes de ladrillo blanco y una hilera de columnas clásicas. Básicamente, se trata de una galería techada con parte abierta donde hay montado un coqueto comedor con conexión directa al jardín. El suelo es de ladrillo visto.

En su centro, está la mesa del comedor con sillas de hierro forjado y cojines blancos, presidida por un centro de mesa escultórico y coronada con lámparas colgantes de hierro negro estilo linterna. Al fondo, hay un saloncito con sofás blancos cubiertos de cojines en tonos verde oliva y estampados florales y el espacio en general está decorado con plantas de gran tamaño.

Por último, la terraza exterior y la piscina son dignas de un cuento de hadas. La piscina tiene formas suaves, está rodeada de una plataforma de ladrillo rojo y se funde con el entorno vegetal que la rodea. En esta perspectiva de la casa, vemos las escaleras de hierro forjado negro que conectan con la zona superior, donde hay una terraza amueblada con sofás acolchados, jardineras y sombrillas, todo de nuevo muy de estilo californiano.