Arturo Valls (50) ha estrenado década en plenitud. Feliz en lo personal con su esposa y su hijo, el cómico presenta –y produce– ‘That’s My Jam: Que el ritmo no pare’ en La 1. Un concurso con famosos que “se sueltan la melena”, y él no iba a ser menos. Y es que, tal y como nos cuenta, este formato le permite explotar una de esas aficiones que no siempre tiene permitida: cantar.
¿Cómo has afrontado tu faceta de productor?
-Me habían propuesto cheques en blanco para hacer lo que quisiera, pero no encontraba el formato. Este lo vi muy atractivo.
¿Has llegado a conocer al presentador del formato original estadounidense Jimmy Fallon
-Sí, por videoconferencia. Fue muy intimidante, pero como siempre pasa, cuando estás cerca se te cae un poco el mito.
¿Os han dicho muchos famosos que no?
-Sí, mucha gente no se ha atrevido, por ellos mismos o porque sus fans no se lo permiten. Viene gente que no se toma muy en serio y yo estoy en esa misma línea. Intento no tomarme en serio, ni a mí mismo ni la vida en general.
Redes sociales
¿Qué te atrajo de este proyecto?
-Sobre todo la música, que todo gire en torno a ella y que sea en directo. Me encanta la música, pero a mí en casa no me dejan cantar, y poder hacerlo trabajando con amigos es maravilloso.
¿Y por qué no te dejan cantar en casa? Menudo drama...
-La verdad es que llego a ser realmente pesado en casa (ríe). Mi mujer y mi hijo acaban teniendo que mandarme callar. Es aquello de “en casa del herrero, cuchillo de palo”.
¿Te ves recuperando anteriores programas?
-No, estoy más a favor de crear cosas nuevas. Ahora lo disfruto todo más porque no le doy tanta importancia y me encantan los cambios. Me quiero saltar los prejuicios de la gente