Andrea Prat y Jacobo Millán ya tienen a la pequeña Gala en casa

Con la llegada al mundo de Gala, el matrimonio formado por Andrea Prat (36 años) y Jacobo Millán, ya tiene la familia numerosa que deseaba. Dos niños, Mauro y Hugo, de seis y cinco años respectivamente, y ahora la pequeña Gala, nacida en Madrid el pasado 24 de agosto. Andrea ya ha recibido el alta hospitalaria y ya se encuentra en su domicilio con la chiquitina. Allí esperaban con ansia a su nueva hermanita Mauro y Hugo, encantados de ejercer de hermanos mayores con la bebé.

Mauro y Hugo, felices con su hermanita

De hecho, los dos hermanos ya conocieron a Gala en el hospital, momento que inmortalizó la familia y cuya imagen compartió Andrea en su cuenta de Instagram. "Familia numerosa". En la foto, Mauro sostiene entre sus brazos a su hermana, a la que seguro entre él y Hugo van a cuidar como una auténtica princesa.

Gala, en los brazos de Mauro, su hermano mayor.

Claro que Andrea se lo ha tomado en esta ocasión con mucha más calma que con la llegada de sus dos primeros hijos. La periodista comentó en sus redes que cuando estaba embarazada de Mauro y de Hugo lo tenía todo preparado, la habitación, la canastilla, todo, muchas semanas antes de la fecha prevista para el nacimiento. Con Gala, y como ya una buena madre experimentada, no es que lo haya dejado todo hasta el último momento, pero casi. Hasta el pasado día 14 de agosto, esto es, diez días antes de que naciera Gala, Andrea y Jacobo no tenían la habitación de la nena a punto. "Todo listo para la llegada de Gala. Con Mauro y Hugo preparé todo en los primeros meses pero con la niña, no por falta de ilusión, lo he ido posponiendo. Ahora sí, que venga cuando quiera👼🏼🐣", escribió entonces Andrea.

Dos importantes baches de salud

Hay que recordar que Gala ha sido como un regalo venido del cielo. Andrea fue diagnosticada hace tres años de cáncer de tiroides. "Me prometí aprovechar cada momento. Son cosas que se nos olvidan, pero ahora solo pienso en estar con los míos y en transmitir el valor de las cosas que realmente son importantes", declaró a la revista Hola. Además, los primeros meses de embarazo no fueron fáciles para Andrea. Un hematoma intrauterino detectado en las primeras semanas pusieron en riesgo su vida y la del bebé, por lo que los médicos le recomendaron reposo absoluto.

Jacobo, el feliz papá, besando a su niña.

Este embarazo, por otra parte, llegó pocos meses después de que saliera a la luz el desolador estado de su hermano Federico Prat, quien confesó su adicción a las drogas y que vivía prácticamente en la indigencia, por más que su familia ha intentado ayudarlo de todas las formas posibles para que saliera del pozo en el que se metió hace años.